PUEBLA, Pue. (apro).- La empresa Oceanografía obtuvo la suspensión definitiva en el juicio de amparo que interpuso en el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito, con lo que conserva los derechos de construcción, operación y explotación de la autopista Cuapiaxtla-Cuacnopalan, también conocida como Autopista Audi. En su edición de este miércoles, el periódico Cambio detalla que el pasado 27 de agosto el Tribunal determinó que la filial de Oceanografía, OSA Constructora y Edificadora SA de CV, podrá continuar con la construcción de la obra, mientras finaliza el juicio de amparo. Según el fallo, la declaratoria de rescate de la autopista, emitida el 5 de marzo de 2014, se basa en que la empresa incumplió con otorgar las garantías financieras a las que estaba obligada, sin embargo, el gobierno no agotó los procedimientos expresamente señalados en el título de concesión para efecto de terminar anticipadamente dicha concesión. De acuerdo con el contrato, el gobierno estatal no agotó el trámite que aquel establecía, en el sentido de notificar a la empresa y darle un plazo de 60 días para que subsanara la entrega de la fianza. Además, el Tribunal consideró que la inhabilitación a Oceanografía determinada por el gobierno federal no “comprende los contratos previamente celebrados”. Y mencionó que el retraso en el que incurrió la empresa para la construcción de la autopista fue acordada con el gobierno de Moreno Valle por diversas circunstancias, como incumplimiento en la liberación de la vía y modificaciones al trazo y al proyecto ejecutivo de entronques. Esta suspensión definitiva se contrapone a los planes del gobierno poblano, que pretendía proseguir la construcción de manera directa, mientras realizaba un nuevo procedimiento de concesión de la obra. El gobierno de Moreno Valle rescindió la adjudicación de la autopista Audi a la filial del grupo Oceanografía a sólo unos días de que la empresa fuera señalada como responsable de un fraude millonario contra Banamex. A finales de 2011, sin licitación de por medio, el gobierno poblano asignó a la empresa de Amado Yáñez la construcción y operación de la autopista por un período de 30 años, pese a que aquella se especializa en infraestructura petrolera y no en construcción carretera. La inversión en esa obra era de mil 600 millones de pesos, más 800 millones derivados de los trabajos adicionales.