El Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM alberga la mayor colección de anélidos del país

martes, 2 de septiembre de 2014 · 15:04
MÉXICO, D.F., (apro).- El Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM tiene bajo su resguardo la principal compilación científica de anélidos –gusanos con cuerpos segmentados— de todo el país. Esta especie es fundamental para realizar estudios taxonómicos, ecológicos y evolutivos, porque “son un almacén de información sobre la presencia y distribución de las especies en los mares de México”, asegura Pablo Hernández Alcántara, técnico académico del ICMyL de la UNAM. La Colección Nacional de Anélidos Poliquetos está integrada por más de 60 mil ejemplares de 47 familias y más de 700 variedades de ambientes coralinos, manglares, pastos marinos, sedimentos blandos o ventilas hidrotermales. La mayoría de estos gusanos con cuerpo segmentado y setas en sus apéndices laterales miden cerca de un milímetro pero pueden alcanzar tres metros y los que integran la colección provienen de zonas oceánicas y costeras del país, tanto del Golfo de México como del Pacífico y Mar Caribe, desde áreas someras hasta profundidades de casi dos mil metros. En México se han registrado casi mil 500 especies, principalmente del Océano Pacífico. Estos organismos se distinguen por su variedad morfológica y formas de alimentación, que les permite habitar en prácticamente todas las profundidades y ambientes marinos. Pueden ser depredadores activos en la superficie, aunque otros son sedentarios y construyen madrigueras o tubos dentro de los sedimentos, se alimentan de materia orgánica. Son los organismos más abundantes y diversos en los ecosistemas del fondo del mar. Al excavar remueven y “ventilan” el sedimento al transportar el agua oxigenada de la superficie al fondo. Esto altera las condiciones ambientales y permite la colonización de otras especies, explica el experto, adscrito al Laboratorio de Ecología y Biodiversidad de Invertebrados Marinos del ICMyL. Además, abunda, son parte fundamental de las redes tróficas de los ecosistemas bénticos, como presas o depredadores. A partir de estos organismos se procesa harina utilizada como alimento para peces y camarones en granjas acuícolas, y algunas especies generan sustancias químicas de utilidad potencial para sintetizar compuestos farmacológicos. Distintas especies son usadas como carnada, ornamento o en limpieza de acuarios, y otras son capturadas y degustadas vivas o fritas. Hernández Alcántara refiere que el material y la información contenida en la colección de anélidos es “fundamental” para realizar estudios taxonómicos, ecológicos y evolutivos, porque son “un almacén de información sobre la presencia y distribución de las especies en los mares de México”. Al ser los invertebrados más abundantes y diversos en los fondos marinos, su estudio aporta información valiosa sobre el funcionamiento de los ecosistemas asociados al fondo oceánico. Su investigación, añade el experto, es indispensable para conocer la biodiversidad de un país, frente al deterioro constante que sufren los ecosistemas marinos, que determinará la pérdida de muchas especies, sin que éstas hayan sido conocidas. Hernández Alcántara afirma que esta colección comenzó a formarse hace más de tres décadas, a partir de los trabajos de Vivianne Solís-Weiss, fundadora y responsable del acervo.

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