MÉXICO, D.F. (apro).- El obispo de Laredo, Texas, monseñor James Anthony Tamayo, señaló que, debido al endurecimiento de la política migratoria estadunidense, se ha reducido el flujo de migrantes centroamericanos a Estados Unidos, a los que la Iglesia viene dando atención humanitaria. “La migración se ha reducido de manera notable. Actualmente nos llegan de cinco a 10 familias por día, mientras que antes eran más de 100 diarias”, dijo. Y agregó que, pese a esta notoria disminución, la Iglesia continúa apoyando a los migrantes: “En Laredo seguimos ayudando a familias de centroamericanos que llegan para tratar de reunirse con sus familiares en Estados Unidos”. En una nota periodística manejada hoy por la Agencia Fides, en Roma, se señala que el obispo hizo estas declaraciones durante una conferencia de prensa realizada ayer en su diócesis, luego de celebrar la misa dominical. Agregó monseñor Tamayo: “Nosotros como Iglesia tenemos que responder y tratar de ayudar al prójimo. Pero también se necesita un cambio en las leyes de Estados Unidos para que el proceso de reunificación de familias no sea tan largo. Actualmente las familias tardan hasta 10 años para poder reunirse y los requisitos necesarios son demasiado estrictos”. El obispo de Laredo consideró que “la solución más práctica que vemos es la aprobación de una reforma migratoria; este país tiene necesidad de muchos trabajadores en el campo, en los hoteles y restaurantes, en la construcción, y estas personas lo único que quieren es trabajar”. En junio de 2013, el Senado aprobó el proyecto de ley S. 744 que proporciona la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes del 31 de diciembre de 2011. Pero aún no se fija fecha para su discusión, con miras a la aprobación final, debido a los desacuerdos entre demócratas y republicanos. Al margen de esta discusión legislativa, el episcopado estadunidense, lo mismo que el mexicano, continúan brindando apoyo humanitario a estos migrantes, sobre todo a través de sus albergues.