Ciudadanos con derechos desiguales en México: CIDE

jueves, 15 de enero de 2015 · 20:14
MÉXICO, D.F. (apro).- El sistema judicial mexicano corre en dos velocidades y eso genera ciudadanos con derechos desiguales en México, señaló hoy el director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Sergio López Ayllón. Además los mexicanos enfrentan una justicia con procedimientos formalistas y juzgados con sobrecarga de trabajo, cuyos actores carecen de una formación jurídica “de calidad, certificada y regida”, dice. Y afirma que actualmente “cualquiera ofrece servicios jurídicos y muchas veces no tienen la calificación ni la ética profesional”. A lo anterior hay que añadir una “educación de mala calidad, un sistema económico que genera desigualdades muy profundas y una falta de crecimiento económico”, factores que explican la “sociedad desigual y estratificada” en la que viven los mexicanos, asegura en entrevista con Apro. En noviembre pasado, durante la presentación del decálogo de medidas para mejorar el estado de derecho en México, el presidente Enrique Peña Nieto encargó al CIDE –en plena crisis de credibilidad por la tragedia de Iguala– que realizara una consulta entre expertos para saber cómo mejorar la justicia cotidiana, o sea los conflictos que a diario se presentan entre particulares y que, según un estudio del CIDE, representan más del 85% de los casos tratados en los tribunales. Se trata, por ejemplo, de los despidos injustos o los conflictos con empresarios que no respetan los contratos y que “muchas veces no tienen canales institucionales para resolver”, precisa Ayllón, y admite que a eso “no le ponemos la atención suficiente”. Por su parte, la investigadora y fundadora de la división de estudios jurídicos del CIDE, Ana Laura Magaloni, asegura que los conflictos en México se resuelven “por el que más dinero y relaciones tiene”, ya que los jueces resultan “poco confiables” y tienen la idea de que la justicia es manipulable. De acuerdo con Magaloni, muchos ciudadanos carecen de información en cuanto al acceso a la justicia respecto de los conflictos cotidianos, además de que se enfrentan a abogados deshonestos, quienes les cobran altas cantidades de dinero para atender sus casos. “Esto crea jerarquías e impide la gobernabilidad”, puntualiza la investigadora, y subraya que “la apuesta por la justicia equivale a apostar a una revolución desde la raíz” para lograr una sociedad más justa. El modelo actual de la justicia mexicana, asevera, consiste en el diseño de instituciones a las que los ciudadanos deben adaptarse. “Lo que proponemos es un modelo al revés, que haya debate, el cual no existía antes y esperemos que se mantenga para la próxima década”. En ese sentido, el CIDE subió una “plataforma colaborativa” en Internet, en la que propone a los ciudadanos que presenten sus testimonios, dudas, quejas y propuestas en materia de justicia cotidiana. El CIDE, junto con 17 instituciones académicas y de la sociedad civil, realizará seis foros de consulta en distintas entidades federativas, para analizar con expertos los testimonios recolectados en la página sobre temas de justicia laboral, ciudadana, familiar, empresarial, comunitaria y para los consumidores. Al final, la institución educativa entregará un informe al gobierno federal, que decidirá si aplica o no las recomendaciones. Ayllón afirma que debido a la pluralidad de instituciones convocadas –UNAM, UAM y universidades de distintos estados–, el procedimiento será “transparente” y no responderá a intereses partidistas. Al presentar la iniciativa, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Pedro Salazar, afirmó que la justicia mexicana es “costosa, lenta, poco flexible, lejana y las más de las veces discriminatorias”. Señaló que en México 93.8% de los crímenes no se denuncian y 65% de las personas sentenciadas tienen entre 18 y 35 años de edad, y cuentan con muy bajos ingresos. Además, 64% de las personas temen ser torturadas en el caso de ser detenidas. “Esto tiene que cambiar radicalmente. Tenemos el derecho de exigir que las cosas cambien, pero también debemos incidir en esta transformación, para que las autoridades se muevan en la dirección correcta”, finalizó.

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