OCDE vapulea a México: destaca rezago en empleo, ingresos y seguridad

miércoles, 14 de octubre de 2015 · 23:07
MÉXICO, D.F. (apro).- Pese al optimismo oficial sobre el creciente empleo, ingresos y mejora en seguridad, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que esas son las tres dimensiones de bienestar donde México ha quedado rezagado. De acuerdo con el documento “Midiendo el bienestar en los estados mexicanos”, elaborado por el organismo internacional “actualmente se requieren de mayores esfuerzos para avanzar en áreas tales como la educación, la seguridad, la calidad de los empleos y la reducción de la pobreza, en las cuales México todavía registra un desempeño limitado si se le compara con otros países de la OCDE”. Si bien, en los últimos 15 años México ha mejorado su desempeño en diferentes dimensiones esenciales para “una buena vida”, sobre todo en las áreas de salud, accesibilidad a servicios básicos y calidad de la vivienda; ha fracasado en otras áreas esenciales para la sobrevivencia como seguridad, ingresos y empleo. “En promedio, el país ha empeorado en las dimensiones. Las condiciones de pobreza extrema que se concentran en unos cuantos estados como Guerrero o el Estado de México explican el deterioro de la seguridad en los últimos cinco años; mientras que el empeoramiento de la situación laboral, aunque menos grave que el de la seguridad, se ha extendido a la mayoría de los estados en los últimos 10 años”, aseveró la OCDE. No es todo, también se ha observado una caída generalizada de los ingresos de los hogares, sobretodo desde el 2008, año de la recesión económica mundial. Y en los estados donde se ha registrado un incremento en el ingreso, también se ha observado un crecimiento de la desigualdad. Como muestra, un botón. Según el reporte, la diferencia entre el Distrito Federal y Chiapas en relación con el ingreso disponible de los hogares corresponde a la disparidad regional más grande que hay en la comunidad de la OCDE. De hecho, la desigualdad de ingresos al interior de los estados es alta en comparación con la de los países miembros de la Organización, a pesar de que ésta ha disminuido en 21 de las 31 entidades federativas y el Distrito Federal entre 2008 y 2014. En números, la realidad es la siguiente: De acuerdo con el indicador de pobreza multidimensional --una medida de pobreza monetaria y no monetaria-- 76% de la población en Chiapas se encontraba en situación de pobreza en 2014, mientras que en Nuevo León –estado con la tasa de pobreza más baja del país– fue sólo 20%. Inseguridad e ingresos bajos El estudio de la OCDE mide el bienestar de los estados con base en 12 dimensiones de bienestar que son: vivienda, ingresos, empleo, accesibilidad a servicios, seguridad, educación, medio ambiente, compromiso cívico y gobernanza, salud, satisfacción con la vida, balance vida-trabajo y comunidad. Una mirada rápida, permite ver las peculiaridades de cada estado. Por ejemplo, en Baja California la vivienda, la accesibilidad a servicios y la salud presentan los mayores avances en el periodo de 2000 a 2013. En contraste, el desempleo y en las condiciones críticas de ocupación han sido los más elevados en el país desde el 2005. También se han deteriorado las dimensiones de seguridad y balance vida-trabajo. Coahuila es el estado con mayores avances en los indicadores de medio ambiente, balance vida-trabajo y compromiso cívico y gobernanza. Por su parte, el empleo también ha mejorado desde el año 2005 (contrario a la tendencia nacional). No obstante, en cuanto a la seguridad e ingresos, las cosas han empeorado más que el promedio nacional. Chiapas ha mejorado su desempeño, superando el promedio nacional, en las dimensiones de ingresos, gracias a una reducción de la desigualdad; salud pues la esperanza de vida aumentó 2.1 años y la mortalidad infantil disminuyó en 12.8 muertes por cada mil nacidos vivos; y de compromiso cívico pues aumentó la participación electoral ante la focalización de los programas sociales. Sin embargo, el estado gobernado por Manuel Velasco empeoró en seguridad más que el promedio del país, debido a una reducción del porcentaje de personas que considera que la policía es eficiente y a un aumento de la proporción que se siente insegura en su localidad. En el mismo sentido, el Distrito Federal tiene un desempeño bajo en las cuestiones de seguridad, balance vida-trabajo, y compromiso cívico y gobernanza. La capital del país se encuentra entre las cinco últimas posiciones de la clasificación estatal en los siguientes subindicadores: tasa de incidencia delictiva, confianza en la policía local, percepción de la inseguridad, participación en actividades de voluntariado, confianza en la aplicación de la ley y percepción de ausencia de corrupción en el sistema judicial. Encabezado por Miguel Ángel Mancera, el DF sólo registra avances notables en los últimos años se han realizado en las dimensiones de accesibilidad a servicios, vivienda y salud. Compromiso cívico vs pobreza y violencia En Guerrero, donde ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la situación es crítica: El único indicador en el que supera el promedio nacional es la de compromiso cívico y gobernanza, debido a un alto nivel de participación cívica y política; ocupa el séptimo mejor resultado de la clasificación estatal. No obstante, su desempeño en la dimensión de satisfacción con la vida es el más bajo del país. En seguridad, Guerrero se clasifica en penúltimo lugar después del Estado de México. De hecho, en el 2013, la tasa de homicidios fue la más alta del país y la tasa de delincuencia fue la séptima peor. El Estado de México es el último lugar en seguridad, ya que presenta un desempeño caótico tanto en la tasa de incidencia delictiva como en la seguridad autorreportada –en el 2013 la tasa de incidencia delictiva fue de 25 mil 126 delitos por cada 100 mil habitantes y, en 2014, alrededor de 40% de los habitantes se sentían inseguros en su localidad–. Por el contrario, Michoacán ha empeorado en la dimensión de compromiso cívico y gobernanza debido a una caída en la participación electoral en el periodo de 2000 y 2012 y a un aumento de la percepción de corrupción entre 2011 y 2014. No obstante, de 2005 a 2014 avanzó más que el promedio nacional en la dimensión de empleo. Oaxaca excede el promedio nacional en los temas de seguridad, comunidad –relaciones sociales– y compromiso cívico y gobernanza. No obstante, en lo referente a ingresos empeoró más rápido que el promedio nacional, debido a una importante caída en el ingreso de los hogares, así como a un aumento de la desigualdad.

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