MÉXICO, D.F. (apro).- La presencia del presidente Enrique Peña Nieto en la asamblea del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue el marco para que saliera a desmentir, como ya lo habían hecho antes sus colaboradores, una eventual privatización de la institución. “El Seguro Social es una conquista de los mexicanos y, en consecuencia, su operación es y seguirá siendo una responsabilidad irrenunciable del Estado mexicano. Que nadie pretenda confundir o engañar a la población: el carácter público de esta noble institución es, y seguirá siendo, inalterable”. A mediados de año, una serie de rumores y filtraciones detonaron protestas contra la privatización de la seguridad social. En julio, diferentes funcionarios federales desmintieron el señalamiento, tal como hoy lo hizo Peña Nieto al acudir al informe de actividades del director general, José Antonio González Anaya, en un acto realizado en el Centro Médico Siglo XXI de esta ciudad. En un ambiente similar al de las campañas políticas, las porras y aplausos para González Anaya no pasaron desapercibidos para Peña Nieto y así lo observó en su discurso. El mandatario federal aseguró que los derechohabientes continuarán recibiendo los servicios del IMSS, cuyos problemas, en su gobierno, se están enfrentando, presumió, con “soluciones de fondo”. Entre los avances en el Seguro Social, el presidente mencionó que se amplió la atención a personas con mayor vulnerabilidad; se han simplificado los trámites; la construcción y remodelación de infraestructura, y una serie de planes para la detección y prevención de enfermedades. Además, mencionó que se había dado una “reorganización financiera”. Peña Nieto afirmó que al inicio de su administración, en 2012, la viabilidad financiera del IMSS estaba en riesgo y tenía un déficit insostenible de 25 mil millones de pesos. Agregó que, como resultado de una reingeniería de las finanzas, mayor recaudación, eficiencias operativas y productividad de su personal, para 2014 el déficit de caja se redujo a la mitad, y para este año será de unos 10 mil millones, es decir, 15 mil millones menos que al inicio de la administración. “Y hoy creo que hay cifras, datos, que no por verlos de forma común y en el diario, en la actividad diaria que tenemos, dejemos de apreciar la dimensión que esto tiene”, argumentó.