Se descontará el día a maestros que paren labores, advierte Nuño

jueves, 8 de octubre de 2015 · 22:26
MÉXICO, D.F., (apro).- En respuesta a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que ha amenazado con volver a las calles y hacer un “paro nacional” de labores, el próximo lunes 12, Aurelio Nuño respondió que el derecho a manifestarse no puede estar por encima al derecho a la educación de los infantes. Y advirtió: “Si estas actividades van a implicar que falten a clases, vamos a aplicar la ley y vamos a descontar ese día”, dijo el secretario de Educación Pública al término del foro Bett Latinoamérica. Transformando el futuro de la educación en América Latina. Cuestionado sobre el tema al término del evento, Nuño fue enfático al señalar que es el gobierno y no el magisterio disidente el que puede sancionar a los maestros por incumplir con su mandato. “A todos ellos (los maestros) les reitero: ya no están obligados a marchar si es que no lo quieren hacer (…) La autoridad educativa en Oaxaca ya no está bajo control de la sección 22, no los pueden amenazar. Nadie, absolutamente nadie los va a sancionar por no ir a una marcha o por no hacer algo que no sea parte de sus obligaciones. “En contraparte, donde sí pueden recibir alguna sanción es si no cumplen con las obligaciones que tienen como maestros y no dan clases, y quiero que ese mensaje sea muy claro”, fueron las palabras del funcionario. Antes, el funcionario impartió la conferencia magisterial que tituló “Construyendo un mejor futuro: implementación de una gran reforma educativa en México”, en la que reiteró que “la más importante” de las reformas del presidente Enrique Peña Nieto es la educativa, e insistió en una planeación de siete puntos para conseguir el “reto central” de implementarla. Tales pasos, según el funcionario, serían: fortalecimiento de las escuelas; inversión en infraestructura y equipamiento educativo; desarrollo profesional docente; revisión de planes y programas de estudio; inclusión y equidad; vinculación entre educación, ciencia, tecnología y mercado laboral; y una reforma administrativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sobre ese punto, explicó: “Necesitamos que a la secretaría, que es la más grande de todo el país, que tiene el presupuesto más grande del país y que se ha hecho muy grande y muy pesada, le quitemos grasa y le pongamos músculo y que sea una secretaría muy eficiente, muy transparente y muy eficaz en sus políticas públicas y en el ejercicio del gasto”. Exjefe de la Oficina de la Presidencia, Nuño admitió que la reforma educativa ha sido objeto de “resistencias en algunos estados del sur del país”, mismas que encasilló como expresiones “ligadas con privilegios que no se han querido perder de la forma antigua que estaba organizada la educación y que se han resistido a transitar a una organización de la educación basada en el mérito y en las competencias”. Y en un contrasentido, el secretario concluyó: “Hoy el gran reto, la gran utopía, pero la utopía posible de la educación en México es que tengamos una educación pública, laica, gratuita, pero además de calidad”.

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