MÉXICO, D.F., (apro).- Mientras Luis H. Álvarez estaba en huelga de hambre en Chihuahua, en protesta por el fraude electoral de 1986, Blanca Magrassi, su esposa, se trasladó a la Ciudad de México para ilustrar al presidente Miguel de la Madrid la dimensión de su lucha: “No es un partido, es un pueblo que quiere vivir en democracia”. Protagonista clave en la denuncia del fraude electoral, hace casi tres décadas, Blanca Magrassi Scagno murió hoy a los 92 años de edad, 77 de los cuales militó en el Partido Acción Nacional (PAN), desde la primera vez que su esposo fue candidato a gobernador, en 1956, y que dos años después sería a la presidencia. Para buscar entrevistarse con De la Madrid, Magrassi se hizo acompañar de Luz María de Oropeza, esposa de Víctor Manuel Oropeza, el líder estatal del Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) en Chihuahua que acompañaba la huelga de hambre de Álvarez, junto con Heberto Castillo, su dirigente nacional. Pese a que lo esperaron por horas, De la Madrid no recibió a las esposas de los huelguistas de hambre que protestaban por el fraude en la elección de gobernador de Chihuahua y más tarde se trasladaron a la sede del PAN para dar una conferencia de prensa, acompañadas de Pablo Emilio Madero, presidente nacional. En la revista oficial del PAN, “La Nación”, del 1 de septiembre de 1986, se consignan las palabras de Magrassi: “Yo quisiera hablarles de cuál es el mensaje para el presidente de la República, cuáles eran los ideales que queríamos expresarle. Nosotros sentimos que la lucha que se está librando en Chihuahua no es ya una lucha partidaria: es una lucha entre un pueblo que anhela vivir en la democracia y un poder que no reconoce la nobleza y el deseo de libertad de ese pueblo.” Y así lo decía también Oropeza, quien ayunaba junto a Álvarez y Francisco Villarreal, alcalde de Ciudad Juárez: “Desde el 7 de julio, esta no es una batalla del PAN. Nosotros dos no tenemos nada de panistas y estamos, como el pueblo, dando nuestra batalla”. Consejera nacional vitalicia del PAN, Blanca Magrassi fue integrante del comité nacional de 1988 a 1990, cuando su esposo lo presidió, y antes fue candidata a la presidencia municipal de Chihuahua, en 1968, y a senadora de ese estado en 1988.