Pide la CNDH reparación de daño a débil visual acusado de disparar a federales
MÉXICO, DF (apro).- La CNDH instruyó al comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, reparar el daño causado a una persona con debilidad visual, a quien elementos de la PF dispararon por la espalda y después lo acusaron de accionar armas de fuego contra los agentes en Reynosa, Tamaulipas.
El organismo informó que la víctima “presenta miopía magna en ambos ojos y cuadriplejia (pérdida total de la fuerza en las cuatro extremidades), como consecuencia del impacto de bala” sufrido el 15 de diciembre de 2012, al intentar huir de una balacera.
De acuerdo con la recomendación 36/2015, la CNDH acreditó las violaciones a los derechos a la seguridad y a la integridad personal, por lo que orientó al comisionado a “reparar el daño a la víctima y sus dependientes económicos, así como su inscripción en el Registro Nacional de Víctimas para que en lo conducente tenga acceso al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral”.
Además, instruyó a Sales a realizar una “investigación administrativa” contra los policías involucrados, así como “colaborar en la presentación y seguimiento de la denuncia de hechos que se formulara ante la PGR”.
El organismo también recomendó que a los elementos asignados a Reynosa se les dé un curso sobre “Lineamientos generales para la regulación del uso de la fuerza pública”, así como diseñar e impartirles “un programa integral de educación, formación y capacitación en materia de derechos humanos”.
El expediente de queja fue abierto el 17 de diciembre de 2012, sobre hechos ocurridos dos días antes, alrededor de las 14:00, en que la víctima se dirigía a un establecimiento comercial y, al escuchar disparos, corrió para intentar protegerse, momento en que sintió un disparo por la espalda que le hizo caer y perder el conocimiento.
El agraviado fue trasladado al hospital donde fue puesto a disposición del MP de la Federación por los policías federales, quienes lo acusaron de “huir en un vehículo que conducía y dispararles desde el interior del mismo”.
El 22 de diciembre de ese año se le dictó formal prisión por “portación de arma de fuego y cartuchos exclusivos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, así como delitos contra la salud, en su modalidad de posesión de cocaína y mariguana con fines de venta”, cargos por los que fue sentenciado a nueve años de prisión y 205 días de multa, por lo que actualmente se encuentra privado de su libertad.
De acuerdo con la investigación de la CNDH, “las declaraciones de los elementos policiales no coinciden con la forma en que se desarrollaron los hechos, además de que en el expediente clínico de la víctima existen notas médicas donde se señala el problema de salud visual que padecía el agraviado y la cuadriplejia que presentó luego de haber recibido el disparo de arma de fuego”.
Según los agentes de la PF, el quejoso les disparó desde su auto, por lo que al repeler la agresión “provocó que el auto se impactara, bajara del auto y pretendiera huir”.
Sin embargo, los dictámenes médicos consultados por la CNDH demuestran que el afectado estaba incapacitado para manejar por su afectación visual, además de que “no era factible que él mismo pudiera haberlo conducido, abrir la puerta y descender para emprender la huida a pie, ya que después de recibir el disparo de arma de fuego en la parte alta de la espalda, que lesionó vértebras cervicales, tuvo pérdida total de fuerza en las cuatro extremidades”.