Se suman al PRD hijos de Heberto Castillo y Gilberto Rincón Gallardo

jueves, 12 de noviembre de 2015 · 18:22
MÉXICO, DF (apro).- Este jueves, dos descendientes de personajes icónicos de la izquierda se reafiliaron al PRD: Lídice y Heberto, hijos de los ya fenecidos Gilberto Rincón Gallardo y Heberto Castillo, fundadores del partido, además de académicos, activistas, inventores, políticos y un largo etcétera en su trayectoria. En su discurso, Lídice se refirió a Gilberto Rincón Gallardo. Ella ya había sido perredista, pues fue secretaria particular de su padre hasta que éste renunció al partido en 1999 para formar el extinto partido Democracia Social y diversas ONG. “La vuelta a la casa de la que uno salió, por primera vez, se vuelve una oportunidad de reencontrarse con el pasado y con los viejos conocidos, pero también un motivo de reevaluar quién es uno y la manera de cómo se ha evolucionado en el tiempo. Un encuentro con más años, con algunos aprendizajes políticos que han definido mi trayectoria por la vía de la defensa de los derechos humanos”, comentó Lídice. La directora del Instituto para Prevenir y Erradicar la Discriminación en la ciudad de Querétaro consideró que “vale la pena” reconstruir al PRD. Comentó que retorna a éste porque “es la única opción de auténtica izquierda con la que cuenta México en este momento”. Y acompañará al presidente nacional, Agustín Basave, en la reestructuración del partido, “convencida de que los cimientos que sentaron mi padre y otros compañeros, como Heberto Castillo, hace más de 25 años, pueden estructurar una opción socialdemócrata de nuestro país”, ya que esta ideología es una vía para erradicar la desigualdad y la pobreza. “Ahora, más de quince años después de la salida de mi padre del PRD y su tentativa de construir una opción socialdemócrata de nuestro país es que vuelvo a las filas de la militancia”, destacó. Regresa, dijo, con las mismas convicciones, pero enriquecido su aprendizaje en la defensa de los derechos humanos en la Fundación Gilberto Rincón Gallardo. “Hoy, a quince años de aquel crucial año de 1999, acompaño a Agustín Basave en su proyecto a favor de la reconstrucción del partido, porque él es un hombre bueno”, indicó. Para finalizar, recordó las palabras escritas por su padre, aprehendido más de treinta veces, de acuerdo con su biografía, cuando fue encarcelado en Lecumberri: “¡Cuán débiles son las rejas ante la fuerza inquebrantable de un mismo lenguaje, el lenguaje revolucionario!”, citó. Gilberto Rincón Gallardo participó en la fundación del Movimiento de Liberación Nacional, encabezado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río. Ahí conoció a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Juntos fundaron el PRD. También luchó a lado de Heberto Castillo y los líderes ferrocarrileros Valentín Campa y Demetrio Vallejo. Además, militó en la dirigencia del Partido Comunista Mexicano y del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), ambos desaparecidos. Y participó como candidato a diputado en los sesenta, junto al muralista David Alfaro Siqueiros y el periodista y escritor Renato Leduc, quienes aspiraban a una senaduría. En el 2000 fue candidato presidencial por el partido Democracia Social. En el 2003 fue nombrado presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). Falleció el 30 de agosto del 2008, a los 69 años de edad. Heberto Castillo hijo, por su parte, confesó haberse alejado del PRD porque “estaba muy molesto”. Confió en la reflexión de los perredistas, “porque el partido no puede seguir como está. No puede seguir siendo una franquicia política”, indicó el también exdelegado en Coyoacán de 2006 a 2009 y que volvió a participar en 2015 apoyado por Movimiento Ciudadano (MC). Al igual que Lídice resaltó su amistad con Basave de más de veinte años, aunque trabajaron en diferentes trincheras. Regresó al PRD por invitación del actual presidente nacional del partido. Recordó su militancia en la izquierda junto a su padre, Demetrio Vallejo, el filósofo Luis Villoro, entre otros, en lo que fue el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT). “Lo que queremos hacer es rescatar al partido para que sea un instrumento de lucha, para el pueblo, no sólo para lo electoral”, apuntó el arquitecto, político y pianista. El objetivo es que el partido se abra a la sociedad y no propiedad exclusiva de grupos que lo controlan. Una organización democrática, propositiva y que acabe con los privilegios de unos cuantos, acotó. “Somos un partido de izquierda, un partido que ha dado muchas vidas. Luchemos por toda la gente que murió cuando se fundó este partido, por todos los que cayeron en el 68, en el 71. Por todos los que tuvieron represión en el movimiento ferrocarrilero, en el médico. Esa es la historia de este partido. Es la historia que debemos recuperar, este partido no lo está haciendo y lo tenemos que rescatar”, agregó Heberto, quien supervisó entre 1976 y 1979 el uso de trildosa en el World Trade Center, Torre Chapultepec y UAM Xochimilco. También trabajó en el gobierno del Tabasco (1983-1988) como director de Supervisión y Control de Calidad de la Secretaría de Comunicaciones, Asentamientos y Obras Públicas. Fue coordinador general (1992-1994) de Reconstrucción de Obra en la LV Legislatura del Palacio Legislativo de San Lázaro. Su padre Heberto Castillo, además de político fue ingeniero que inventó un sistema de construcción llamado tridilosa, usada en la edificación de más de 200 puentes, en el WTC, Torre Chapultepec, Centro Médico Siglo XXI, Asociación Nacional de Charros y mucho inmuebles más. En los sesenta apoyó luchas como la de los ferrocarrileros, normalistas, médicos, el estudiantil de 1968, por el que fue encarcelado en Lecumberri por dos años. Al salir fundó el PMT y logró, en 1985, una diputación. Fue candidato presidencial en 1988, pero declinó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas. En 1996, Heberto perdió la presidencia del PRD de la que resultó electo Andrés Manuel López Obrador. Fue entonces senador por Veracruz en 1994, pero no concluyó su periodo pues murió el 5 de abril de 1997. Ese año le dieron --post mortem-- la medalla Belisario Domínguez en el Senado de la República.

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