Clausuran hospital donde falleció australiana por liposucción

martes, 31 de marzo de 2015 · 14:01
MÉXICO, D.F., (apro).- La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) clausuró el hospital de Mexicali donde murió la joven australiana Eva Nicole Sarmonikas, a causa de una liposucción de abdomen y glúteos. El caso de Sarmonikas –de 28 años de edad– es el más reciente entre las miles de víctimas que han dejado las pésimas cirugías estéticas realizadas en México, país que ya se sitúa en el tercer lugar mundial en cuanto al número de prácticas de este tipo, solo superado por Estados Unidos y Brasil. Como muchos extranjeros que viajan a México para realizarse una cirugía estética, debido a los bajos precios en comparación con otros países, la joven australiana llegó al Hospital Quirúrgico del Valle del Centro de Mexicali, donde fue atendida por el doctor Víctor Manuel Ramírez Hernández, quien le ocasionó la muerte. Ante el deceso, la Cofepris inspeccionó las instalaciones del hospital y encontró –según lo dio a conocer en un boletín-- diversas irregularidades, entre ellas que los quirófanos no contaban con delimitación de áreas estratégicas, tenían insuficiente equipo médico y en el área de recuperación de los pacientes no había división física. También estaban caducos los medicamentos y dispositivos médicos, los equipos no tenían mantenimiento, faltaba una central de enfermeras y no se tenía sistema de aire filtrado en la sala de terapia intensiva. Además, el personal médico del hospital no contaba con documentos suficientes que avalaran su profesionalismo y se detectó un manejo inadecuado de residuos peligrosos biológico-infecciosos. Por lo pronto, la Procuraduría General de Justicia de Baja California ya investiga al doctor Ramírez Hernández por posible negligencia médica. La dependencia deberá determinará la responsabilidad penal del galeno. Pese a todos estos elementos en su contra, el hospital de Mexicali niega tener responsabilidad en la muerte de la joven australiana e intenta incinerar el cadáver para entregar las cenizas a sus familiares. Sin embargo, la embajada de Australia quiere que primero se le aplique una autopsia independiente y se busque una opinión externa sobre el deceso. Además, dio a conocer que se gastarán al menos 20 mil dólares para repatriar el cadáver, sin contar los gastos que realizará la familia de Sarmonikas para venir desde Australia a Mexicali. Pocos días antes del cierre de ese hospital de Mexicali, la Cofepris clausuró, el pasado miércoles 18, una clínica de la ciudad de Cancún donde se realizó una mala liposucción al joven Daniel Guevara, a quien le perforaron los intestinos y actualmente se debate entre la vida y la muerte, con las vísceras de fuera. El organismo aseguró que ha emprendido una campaña de “tolerancia cero” contra las clínicas de cirugía estética que de manera irregular operan en el país, e informó que hasta el momento ha cerrado 80 de estas clínicas, muchas de ellas manejadas por charlatanes que se hacen pasar por cirujanos plásticos. En su edición del pasado 15 de marzo, la revista Proceso publicó un amplio reportaje donde se señala que, por sus miles de víctimas, estos pseudocirujanos han ocasionando un “grave problema de salud pública a nivel nacional”. El semanario entrevistó al doctor Alfonso Vallarta, presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), quien dijo que actualmente existen en México unos 20 mil “charlatanes” que se hacen pasar por cirujanos plásticos y están causando una gran cantidad de muertes, enfermedades y amputaciones entre la población. Tan solo el Hospital General de la Ciudad de México –apuntó– ya ha atendido a alrededor de 100 mil pacientes que resultaron afectados por estas malas cirugías estéticas, de las cuales las más comunes son las que se aplican en los senos, glúteos, abdomen y cara. Según datos del sector Salud, el boyante mercado de la cirugía estética en México tiene un crecimiento anual de 5% y ya mueve más de 2 mil millones de pesos al año. Esto ha provocado que muchos extranjeros viajen a México –principalmente a Tijuana, Mexicali y Cancún– para realizarse una cirugía, como fue el caso de la joven australiana que acaba de morir.

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