MÉXICO, D.F. (apro-cimac).- De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob), el avión que traslada a Nestora Salgado García al reclusorio femenil de Tepepan, en esta capital, aterrizó a las 13:30 horas en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. El dato fue proporcionado a Apro por Omar Javier Santillán Cervantes, secretario particular del director de Reclusorios de la Segob. Se ignoran las razones de esa escala y cómo se realizará el traslado de la excomandanta de la Policía Comunitaria (PC) de Olinalá, Guererro, a la cárcel ubicada al sur del Distrito Federal. Nestora Salgado lleva 25 días en huelga de hambre. Con el traslado de Salgado se dará cumplimiento al compromiso que hizo el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián, con el gobierno de Guerrero y la familia de la activista, para reubicarla en un penal del fuero común, con la infraestructura adecuada para atender su estado de salud, agravada tras el ayuno que inició el martes 5. En entrevista, Leonel Rivero, abogado de Nestora, dijo que ayer presentó un amparo para pedir que se diera atención médica y se preservara la vida e integridad de la excomandanta. El recurso fue radicado en el Juzgado Décimo Segundo en Materia de Amparo Penal en el Distrito Federal, que esta madrugada ordenó el traslado. A través de una comunicación telegráfica, el Juzgado requirió al órgano administrativo desconcentrado de prevención y readaptación social de la Segob para que de inmediato reubicara a la activista. El abogado precisó que alrededor de las 9 de la mañana, Nestora salió de Nayarit rumbo al Centro Federal de Readaptación Social de Tepepan, donde recibirá atención médica y se reunirá con sus defensores para que verifiquen su estado de salud. La excomandanta de la PC de Olinalá, acusada de secuestro, estuvo presa 22 meses en la cárcel de Tepic, Nayarit, y ahora continuará su proceso en el penal de Tepepan. Salgado García fue detenida por hacer labores de seguridad en su comunidad, donde la PC está permitida por la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas. En protesta por su injusto encarcelamiento y debido a que no hay avances en su proceso penal, la mujer inició una huelga de hambre el pasado martes 5, y el fin de semana anterior dejó de ingerir líquidos. No obstante el delicado estado de salud de la activista, las autoridades judiciales y penitenciarias dejaron que la huelga avanzara. Nestora padece gastritis y una neuropatía en las cervicales que le adormece las extremidades como resultado de un accidente automovilístico años atrás, a lo que se suma el cansancio y la debilidad por la falta de alimento. Pese a ello, hubo una dilación en el cumplimiento de las medidas cautelares a favor de la excomandanta dictadas el pasado 28 de enero por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que llamó al Estado mexicano a atender la salud de la mujer. Sobre esa situación hubo poca respuesta de las autoridades y de organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Hasta que se cumplieron 15 días de ayuno –el martes 19–, la CNDH finalmente se pronunció a favor del traslado de la activista y solicitó al subsecretario de Derechos Humanos de la Segob y al comisionado de Prevención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández Mora, que le brindaran atención médica. Un día después, activistas de México y Estados Unidos, integrados en el Frente para la Liberación de Nestora Salgado, pidieron al secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, su intervención en el caso para conseguir la libertad de la activista. Concluido el traslado se espera que en el penal de Tepepan se atienda la salud de la excomandanta, quien continúa su defensa legal por las acusaciones de secuestro por parte de tres personas que aseguran fueron privadas de su libertad, aunque en realidad se encontraban en el área de “reeducación” de la Casa de Justicia de Olinalá para realizar trabajos de apoyo a los habitantes del pueblo.