Contienda en Colima sin puntero definido: académico

miércoles, 3 de junio de 2015 · 21:18
COLIMA, Col. (apro).- Polarizada entre los candidatos del PRI y el PAN, José Ignacio Peralta Sánchez y Jorge Luis Preciado Rodríguez, respectivamente, la contienda por la gubernatura del estado se encuentra cerrada y, a cuatro días de la jornada electoral, no tiene a un ganador definido, considera el historiador Héctor Porfirio Ochoa Rodríguez. Aunque en un principio el Revolucionario Institucional creyó que iría a la elección como a un “día de campo”, la campaña del panista, “basada en una estrategia de espectacularidad y show mediático, provocó que ahora ambos personajes estén prácticamente empatados, y ante la cantidad de indecisos, de gente que no manifiesta su intención de voto, no sabemos cuál de los dos puede ganar”, añade. En entrevista, el académico refiere que la campaña por la gubernatura de Colima se salió de las expectativas iniciales, ya que después del fracaso de una posible coalición entre el PAN y el PRD se veía muy difícil que la oposición dividida pudiera representar un serio reto para el PRI. Sin embargo, la decisión central del tricolor de postular a Peralta, un candidato “mediáticamente gris e inexpresivo”, que en un principio enfrentó el descontento de las bases de su partido, favoreció al PAN, que “nunca había tenido una campaña tan fuerte como la que echó a andar Jorge Luis Preciado”, estima. A la vez, abunda, el candidato panista “le comió el mandado” al exalcalde de Colima, Leoncio Morán Sánchez, quien en noviembre pasado abandonó el blanquiazul y, a través de Movimiento Ciudadano, presentó una candidatura con la que esperaba aglutinar a sectores del panismo, perredismo y personas no identificadas con partidos, pero “no cuajó”. Con una carrera política fincada en un estilo estridente, bronco y escandaloso, Preciado ha sido diputado local en dos ocasiones, dirigente estatal del PAN, diputado federal y actualmente es senador de la República con licencia, donde gracias a su cercanía con el dirigente nacional Gustavo Madero, fue coordinador de la fracción panista. Antes de ser candidato, Peralta Sánchez fue subsecretario de Comunicaciones del gobierno federal gracias a sus vínculos con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Previamente había trabajado en el Banco de México y fungió como secretario de Fomento Económico del gobierno de Colima y presidente municipal de la capital del estado, donde “no dejó buenas cuentas”. Coautor del Tomo IV de la Historia General de Colima, denominado Las caras del poder, Ochoa Rodríguez explica que aunque en un principio había voces internas dentro del PAN que consideraban que Preciado no era buen candidato, el empuje que logró desde el arranque de su campaña obligó al PRI a realizar una “operación cicatriz” para tratar de fortalecer a su abanderado, con el nombramiento de su excontendiente interno Federico Rangel como presidente del PRI, y una serie de cambios en su estructura de campaña con la inclusión de diversos grupos. Según el académico, parte del éxito de la campaña de Preciado ha sido la profusa explotación de su origen social con la frase “Desde abajo y con trabajo”, además del “exceso de histrionismo” que lo llevó a ponerse una máscara de Blue Demon en pleno debate de candidatos, así como el uso de elementos como funciones de lucha libre y conciertos gratuitos de cantantes gruperos. “No sabemos –advierte– de dónde están saliendo los recursos, evidentemente que hay muchos recursos, que yo creo superan los que vienen de las prerrogativas estatales o de los apoyos del CEN panista, pero la campaña ha sido muy vista en publicidad por medio de espectaculares, autobuses y en internet”. Sin embargo, expone, el estilo de Jorge Luis Preciado, “con esa personalidad bronca que raya a veces en la vulgaridad al utilizar palabras altisonantes en los mítines o en las entrevistas, le resulta chocante a un sector de la población, y eso lo ha tratado de retomar Ignacio Peralta en sus últimos spots, donde dice: ‘vamos a hacer un gobierno serio’, como diciendo que un posible gobierno de Preciado sería un circo, pero no ha explotado este tema lo suficiente”. A favor de Peralta, opina Héctor Porfirio Ochoa, “opera lo que ha operado a favor de todos los candidatos priistas: el aparato de su partido y el aparato del gobierno estatal; esa es su fortaleza, pero no él como candidato”. La debilidad del candidato del PRI, agrega el historiador, “es su propia personalidad, pues no es un personaje carismático, no se le ve cercano a la gente”, imagen que se vio fortalecida cuando se difundió un video en el que Peralta elude saludar de mano a un carnicero en un mercado, a quien, después de titubear, toma de la muñeca. “Esto muestra al priista como la antítesis de Jorge Luis Preciado, o sea un personaje refinado, que no es de las clases populares, aunque pueda resultar hasta cierto punto atractivo a algunos sectores medios y altos, que en otras ocasiones podríamos identificarlos más con el PAN, pero ahora el candidato panista es más identificable con las masas populares, lo cual pareciera una contradicción”. Por otro lado, refiere, se han presentado en la campaña acusaciones mutuas que “a veces llegan al estridentismo, como culpar a Peralta de que se cayó el satélite, aunque también hay casos como la relación con el astronauta, donde hubo millones de pesos de por medio que pudieron haber sido utilizados para la campaña, o bien las acusaciones contra Preciado por todos sus bienes económicos no declarados, además del castillo de Montitlán y otros que ya conocíamos”. El entrevistado reflexiona: “En cualquier otro país, con gente medianamente más informada, más celosa de sus derechos cívicos, estas candidaturas se caerían, pero aquí no pasa nada; parece que las acusaciones de corrupción o incluso de vinculación con el crimen no afectan de manera contundente a los candidatos, sean de uno o de otro partido, y parece que la campaña priista de golpear un día sí y otro también a Jorge Luis Preciado con estas acusaciones, lejos de debilitarlo lo posicionaron, porque estaba todos los días en los periódicos”. Aunque en un principio se especuló que el gobernador Mario Anguiano no apoyaría a Ignacio Peralta por no pertenecer a su grupo, Ochoa afirma que el aparato del gobierno estatal está operando a favor del PRI, porque se encuentran en juego también los cargos de diputaciones y alcaldías que se repartieron los diversos grupos del Revolucionario Institucional, entre ellos los distritos locales I y III, donde contienden por el PRI Hilda Ceballos Llerenas, esposa del exgobernador Fernando Moreno Peña, y Alma Delia Arreola, esposa del gobernador Mario Anguiano, respectivamente. Así también, agrega, “todos tienen que jalar parejo, no creo que el gobernador esté dejando de apoyar a Ignacio Peralta, pues también tiene que cuidar sus espaldas, pues ya va de salida”. Sin embargo, a juicio del historiador, la administración del gobernador Anguiano ha dejado mucho que desear, por lo que “es un negativo para la propia campaña priista; al candidato no le conviene identificarse con él, porque es un lastre para el PRI, pero no un lastre lo suficientemente contundente como para que se desinfle, simplemente no es para presumir”. –¿Qué puede esperar Colima con el triunfo de uno u otro candidato?—se le pregunta. –De que gane uno o gane otro, yo no espero grandes cambios, porque a lo mejor si gana Jorge Luis Preciado vamos a tener un estilo peculiar de gobernar con dichos, frases y este tipo de cosas al que ya nos tiene acostumbrados, pero no veo que pueda hacer las grandes transformaciones que necesita el estado. “Y si gana Ignacio Peralta vamos a tener la misma historia de siempre: ni los diez mil empleos anuales ofrecidos, ni la seguridad, ni el gran desarrollo; eso de que Colima será el estado más seguro, igual quedaría entre las promesas incumplidas”.

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