MÉXICO, D.F. (apro).- El gobierno de Honduras incautó una aeronave ejecutiva con matrícula mexicana que se encontraba sin uso desde hace un mes en la isla de Roatán, luego de conocer de un supuesto plan para sacarla del país de manera irregular. Según un cable de la agencia EFE, el director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados, Francisco Zavala, dijo a la prensa local que el Ministerio Público giró instrucciones para tomar posesión del Lear Jet-25-B, matrícula XB-LTD, que aterrizó en Roatán procedente de Toluca, Estado de México, el pasado 17 de julio. La orden se cumplió al pie de la letra porque militares ya resguardan la nave en la que la policía hondureña encontró residuos de cocaína. Uno de los tres pilotos que viajaban en el avión se encuentra actualmente detenido y sujeto a investigación. Se trata de Víctor Manuel Calderón Cortés, quien fue arrestado el 29 de julio cuando intentaba huir del país por vía aérea desde San Pedro Sula. Los otros dos pilotos que trajeron el avión regresaron el mismo día a México. Calderón Cortés argumentó que se quedaba porque en Roatán le esperaba una persona, a la que no identificó, con la que supuestamente negociarían el alquiler o compra de la nave. Las autoridades hondureñas fijaron 90 días de plazo para declarar oficialmente abandonado el avión y subastarlo. Inicialmente, corrió la versión de que en la avioneta viajaba Joaquín El Chapo Guzmán, quien se fugó de la prisión de máxima seguridad del Altiplano el 11 de julio pasado, pero la Secretaría de Seguridad de Honduras desmintió dicho rumor.