MÉXICO, D.F. (apro).- Después de recibir a los familiares de los turistas víctimas del ataque aéreo del Desierto Occidental de Egipto el domingo 13, y de visitar a los seis heridos en el Instituto Nacional de Rehabilitación, el presidente Enrique Peña Nieto asumió que el incidente fue un “hecho inédito”, ya que un grupo de mexicanos nunca había recibido “un ataque por parte de efectivos militares de otro país”. Por ello realizó una “protesta enérgica por parte del gobierno ante el gobierno de Egipto para demandar, primero, una investigación profunda de este caso y, segundo, las garantías necesarias para que se dé también la reparación del daño a víctimas, de este muy lamentable hecho”. El mandatario reiteró que su homólogo egipcio, el mariscal Abdelfattah Al-Sisi, junto con su personal diplomático, “han mostrado actitud y disposición de responder ante este reclamo y esperamos que así ocurra”. La cancillería ya convocó en tres ocasiones esta semana al embajador de Egipto en México para entregarle notas diplomáticas exigiendo a su gobierno una investigación “transparente”, “de fondo” que permita “esclarecer responsabilidades”. Hasta ahora, las autoridades egipcias no han dado a conocer ningún avance de la supuesta investigación.