MONTERREY, N.L. (proceso.com.mx).- Un líder zeta de la entidad fue asesinado a cuchilladas el jueves por la noche en el penal del Topo Chico, en una riña campal en la que otros 11 internos resultaron lesionados, informó el gobierno de Nuevo León. Mario Alberto Roldán Zúñiga, El Fresa, de 32 años, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, era el líder zeta en la entidad y había sido detenido en febrero de este año, por posesión de armas y droga en San Nicolás, municipio desde donde operaba. El capo enfrentaba un proceso por privación ilegal de la libertad. Se mencionó en su momento que El Fresa aportó información que ayudó a la captura en el municipio de San Pedro, en marzo pasado de Omar Treviño Morales, El Z-42 máximo líder de esa agrupación criminal en México. Según la fuente oficial, la riña se desató a las 21:00 horas, lo que originó el saldo de un muerto, y 11 reclusos que recibieron lesiones que no ponen en riesgo su vida, aunque fueron enviados para su valoración al Hospital Universitario. Los médicos forenses encontraron a Roldán Zúñiga con más de diez lesiones de arma blanca. No se informó el área del viejo penal administrado por el estado, donde se suscitó la riña. Los reos lesionados fueron identificados como Arturo Eguía Gaitán, Juan Daniel Martínez Muñoz, Juan de la Rosa Orozco, Mario Hernández Méndez, Ricardo Jesús Flores Lerma, Edgar Armando López Martínez, David Lara Quiñones, Juan José Cortés Lara, Martín Uriel Macías Guzmán, Javier Andrés Soto Alvarado y José Gerardo Salinas Gutiérrez. Las autoridades penitenciarias informaron a los familiares el estado en que se encuentran los internos que participaron en el hecho. También dieron a conocer que ya fueron trasladados a los otros dos penales de Apodaca y Cadereyta un grupo de por lo menos 10 internos para evitar nuevas confrontaciones. El gobierno del estado dijo que la situación del penal del Topo Chico ya fue normalizada. La asociación Ciudadanos en Apoyo en Derechos Humanos (Cadhac), lamentó el saldo trágico de la riña y reprochó al gobierno del estado por fallar en la encomienda constitucional de organizar el sistema penitenciario sobre la base del respeto a los derechos humanos, y garantizar la vida y seguridad de los presos.. “No es la primera vez que se registran muertes violentas al interior del Topo Chico, por lo que es indispensable y urgente que se tomen medidas para transformar a fondo la organización y administración del centro, a fin de que cumpla con su misión de lograr la reinserción social de quienes allí se encuentran, siempre en el marco del respeto a los derechos humanos”, mencionó Cadhac en un comunicado difundido esta mañana..