"Seguiré apoyando para hacer justicia a Berta Cáceres", dice mexicano retenido en Honduras
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Gustavo Castro Soto, el mexicano que fue testigo del asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres hace dos semanas, afirmó que ha apoyado todas las diligencias que se le han pedido, más de 10, y que lo seguirá haciendo para que se haga justicia.
“Aunque siempre las autoridades me dijeron en múltiples ocasiones que me podía ir, incluso dispusieron de un helicóptero para salir de La Esperanza a Tegucigalpa, a última hora me solicitaban que me quedara para nuevas diligencias, lo que siempre he aceptado", sostiene en una carta que escribió al pueblo de Honduras y difundida por sus familiares.
Señala que pese a todo lo vivido “no me arrepiento de haber venido ni de haber sido elegido por el destino para poder despedirme de mi querida amiga”.
Asimismo, se dijo dispuesto a seguir ayudando a las autoridades de aquel país, donde sigue retenido, para encontrar la verdad. "Por el momento ya hice todo lo que está en mis posibilidades. Tengo vida, tengo familia. Desde México nunca dejaré de apoyar y siempre estaré dispuesto a ayudarlos para encontrar la verdad. Para ello tenemos entre ambos países un Tratado sobre Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Honduras", detalla.
Castro Soto dice que desde México "seguiré asumiendo la responsabilidad histórica que tengo con el pueblo de hondureño, con Berta -Casares- y su familia y con el Copinh. En mi cuerpo llevo tatuadas las heridas para toda la vida que nunca me dejarán olvidar este compromiso".
La carta del activista mexicano se da a conocer 48 horas después del homicidio de un compañero de Berta Cáceres, Nelson García, quien fue asesinado el martes pasado en Honduras, sólo 13 días después de la muerte de la reconocida líder indígena.
"Siempre hemos admirado a este pueblo noble lleno de valentía y lucha por una vida digna para todos y todas, donde quepan todos, sin distinción y con justicia. Esa fue la lucha de Berta", apunta el mexicano.
Además, señala que cuando en México se topa por las calles con migrantes hondureños, "no resisto el acercarme para tenderles la mano y reconocer su valentía, porque sé la travesía que llevan a cuestas, y el dolor por lo que dejan para seguir la ruta de la vida, de la esperanza, de buscar algo mejor. Y me digo y les digo, no se vayan, regresen, el viaje es difícil, nuestra gente, nuestra tierra nos necesita".
"Nuestra tierra es generosa, nuestra sangre la misma, los mismos lazos mesoamericanos que nos unen desde siempre y que nos invitan a luchar, al igual que Berta, por una vida más digna y mejor para todos", menciona.
A la espera de regresar a su país, y reunirse con su familia, el ambientalista reflexiona sobre su amiga: "Berta significaba mucho para mí como para todos ustedes. Berta fue una mujer excepcional que luchó por una Honduras mejor, más digna, más justa, por un país para todos. Su espíritu crece en el corazón del pueblo hondureño, porque no la enterramos sino que la sembramos para que desde La Esperanza, alimente la esperanza".
Finalmente, Gustavo agradece "a mi Embajadora y al Cónsul por todo su apoyo invaluable, que me han recibido con los brazos abiertos y protectores para poder hacer frente a esta situación tan adversa. Agradezco toda la solidaridad hondureña y la internacional por el cariño a Berta y por sus generosas muestras de preocupación. Sus miles de cartas, firmas y mensajes que no tengo cómo pagar".