CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Enrique Cruz, propietario de la casa en Calexico donde se construyó un narcotúnel desde Mexicali, fue detenido ayer por agentes federales estadunidenses en Tucson, Arizona. Según un reporte del portal de internet del semanario Zeta, el joven de 22 años apodado Tinky, enfrenta cargos en Estados Unidos por narcotráfico, lavado de dinero, así como delitos relacionados con la construcción y operación de un túnel. De acuerdo con la Fiscalía General de ese país, el joven ciudadano estadunidense será presentado primero ante la Corte de Arizona y después trasladado a los tribunales del Distrito Sur de California. También se encuentran detenidos Joel Duarte Medina, Manuel Gallegos Jiménez y Eva Duarte de Medina. Los cuatro fueron consignados por la Fiscalía General. La detención de Tinky se realizó el jueves 24 de marzo, un día después de que autoridades mexicanas y estadunidenses anunciaron el descubrimiento del primer narcotúnel ya operando en más de una década en Calexico, según el reporte de Zeta. El pasaje iniciaba en el subterráneo del restaurante “El Sarape” en Mexicali y terminaba en una casa ubicada en la Calle Tercera número 902, ubicada a 275 metros del muro fronterizo del lado estadunidense. Atribuido al Cartel de Sinaloa, el ducto medía 379 metros de largo. En el operativo que descubrió el narcotúnel participaron unos 100 agentes federales, estatales y municipales del gobierno de Estados Unidos, quienes aseguraron el corredor y una tonelada de mariguana que hallaron en el lugar. Del lado mexicano, colaboraron agentes de la División de Investigación de la Policía Federal, quienes detuvieron a dos personas con un cargamento de la misma hierba. La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) atrajo la investigación e informó que los detenidos serían trasladados a la Ciudad de México. La publicación afirma que después de adquirir la propiedad en 2015, Enrique Cruz y sus cómplices iniciaron el trasiego de droga a través del túnel desde el 28 de febrero de 2016. Lo anterior se estableció debido a las intervenciones de llamadas telefónicas del detenido –autorizadas por un juez federal en Estados Unidos- que documentaron agentes estadunidenses.