Académica brasileña comparte su labor para reivindicar a la mujer entre adolescentes
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el marco de las conmemoraciones por el Día Internacional de la Mujer, la académica brasileña Gina Vieira Ponte de Albuquerque fue invitada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde habló sobre su proyecto ‘Mujeres Inspiradoras’, y la labor que realiza para cambiar la visión de los jóvenes respecto de la mujer.
Al iniciar la charla, la ganadora del Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero reveló que de niña “quería ser invisible para no ser víctima de agresiones por mi color de piel, ropa desgastada o cabello”.
Cuando su maestra notó que era introvertida, “me abrazó y me cambió la vida; ahí supe que al crecer sería profesora”, destacó en su visita al Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE).
De acuerdo con un comunicado difundido por la UNAM, Vieira Ponte de Albuquerque agradeció la invitación de la UNAM y explicó cómo instruir a los jóvenes para que rechacen la violencia contra las mujeres.
Precisó que al iniciarse como académica encaró tres retos: superar un modelo escolar que repele y distrae a los alumnos; ayudar a los jóvenes a encontrar un sentido a su instrucción, y aprovechar los recursos digitales.
Con este fin, dijo, creó una página de internet donde los jóvenes pudieran expresarse, experiencia que la sorprendió al observar un video subido a la red por una niña de 13 años, donde vestía y bailaba de forma insinuadora. “¿Por qué alguien de esa edad haría algo así?”, se preguntó, y al investigar determinó que esa conducta se inscribe en una tendencia llamada sexting.
Preocupada, emprendió una labor para cambiar la visión de los jóvenes respecto a la mujer, ya que ellos siguen patrones difundidos por los medios de comunicación, como hizo esa pequeña.
Así, por primera vez la académica se planteó que es fundamental formar a los jóvenes para que rechacen los estereotipos y cualquier tipo de violencia de género, y a partir de ello surgió el proyecto ‘Mujeres Inspiradoras’.
Destacó que con sus propios pupilos, de 14 a 17 años, inició una campaña basada en diversas acciones. La primera fue dejarles analizar, entre otras, obras de personajes como Ana Frank, una protagonista de la edad de los jóvenes, o Malala, una chica que al luchar por su derecho a la educación casi perdió la vida.
El siguiente punto fue hablarles de brasileñas sobresalientes. Aquí resaltó a María Peña, a quien su marido trató de asesinar dos veces y sobrevivió. La primera vez le disparó y la dejó paralítica; la segunda intentó electrocutarla en la bañera, pero falló. Hoy es una de las defensoras de los derechos femeninos en Brasil, y de sus esfuerzos surgió una ley que lleva su nombre.
La siguiente etapa fue instrumentar una campaña en redes sociales encaminada a fomentar la dignificación y respeto; con este propósito sus estudiantes se tomaron fotos con la consigna “Nosotros decimos no a cualquier forma de la violencia contra la mujer”, para después publicarlas en sus páginas.
Por último, la académica les pidió entrevistar a alguien que consideraran una inspiración. Todos eligieron a su madre, abuela o bisabuela, y la mayoría descubrió que ellas lucharon desde siempre, ya sea por trabajar desde la infancia o por sacar adelante a sus hijos tras ser abandonadas por su pareja.
Con esta actividad, los adolescentes aprendieron a sentirse orgullosos de su origen, y las progenitoras, además de acercarse a sus hijos, corroboraron ser un ejemplo a seguir.
Las jóvenes tomaron conciencia de su potencial y algunas se volvieron feministas, remató la académica ante Sebastián Plá, investigador del IISUE, y Rodrigo Limón Chávez, de la oficina de México de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura.