CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Al menos dos jóvenes ejecutados, una camioneta incendiada y una casa balaceada fue el saldo de varias tiroteos registrados esta madrugada en diferentes puntos de la capital de la entidad. Las acciones violentas están relacionadas con la brutal disputa que mantienen dos grupos delincuenciales por el control de esta plaza estratégica en la geografía del narco en Guerrero. A pesar de que el alcalde priista, Marco Leyva Mena y el gobernador Héctor Astudillo anunciaron la implementación de un operativo de la Policía Federal (PF), las bandas criminales siguen operando impunemente y exhiben el vacío de autoridad que existe en esta ciudad donde el narco controla territorios completos al igual que otras regiones del estado. Incluso, desde la semana pasada los criminales prácticamente impusieron un toque de queda nocturno en la capital, mientras que las autoridades se han limitado a levantar cadáveres dejando a la sociedad en una situación de indefensión total. De acuerdo con reportes oficiales, cerca de las 01:20 horas se reportó el hallazgo de dos jóvenes ejecutados en las inmediaciones de la colonia ampliación Lázaro Cárdenas, ubicada al norte de Chilpancingo y a escasos metros de la aeropista que es resguardada por soldados y fue habilitada como cuartel de la Policía Federal. Luego, vecinos de la colonia El Tomatal, al oriente, reportaron una balacera protagonizada entre dos grupos armados que se desplazaban a bordo de autos por las calles de este asentamiento humano ubicado al oriente. La refriega se extendió a la colonia Los manantiales pero no se registraron víctimas faltes y las autoridades se enfocaron simplemente en embalar decenas de casquillos percutidos. Posteriormente, otro grupo armado atacó una vivienda en la colonia Los Lirios, ubicada al poniente de la ciudad, donde los sicarios incendiaron una camioneta que se encontraba estacionada en el lugar. El informe oficial no reporta víctimas fatales en este hecho que provocó pánico y terror en los habitantes de este precario lugar que ha sido clasificado como zona marginal de extrema pobreza y donde operan grupos delictivos. Hasta el momento, ninguna autoridad ha fijado una postura al respecto para explicar a la sociedad la causa del repunte violento en la capital a pesar del operativo policiaco.