Pide el CEEY una medición 'transparente” de la pobreza en México
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) consideró incongruente el aumento en el ingreso promedio de los hogares del país reportado por el Inegi, el Centro de Estudios Espinosa Iglesias (CEEY) pidió no utilizar con fines políticos esa medición y demandó un nuevo levantamiento “consensuado, comparable y transparente”.
En un comunicado, calificó como “un error” el cálculo de los ingresos que hizo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), “por no ser comparables con levantamientos anteriores ni poder ser el inicio de un nuevo método de medición, y el riesgo que se utilice con fines políticos”.
De acuerdo con el CEEY, el año pasado se cambiaron los criterios de levantamiento y verificación de la información en campo sobre el ingreso del hogar, por parte del Instituto, lo que se tradujo en una aparente falla en términos de transparencia y de coordinación con el Coneval.
El pasado viernes 15 el Inegi publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2015 que no son comparables con los de los levantamientos previos, reconocidos por el mismo Instituto.
Eso, según el CEEY, imposibilita al Coneval realizar un cálculo de la pobreza que sea comparable con su serie histórica, iniciada apenas en 2008, y los cálculos de la desigualdad en el país están fuertemente subestimados.
“La gravedad del asunto no es menor, dado que el Coneval debe realizar mediciones de pobreza comparables en el tiempo para al menos dos asuntos que resultan de suma relevancia: Para medir el número de pobres en el país y así poder guiar las acciones de política social, en especial su focalización en la población en pobreza, y para determinar su dinámica, es decir, saber de cierto si la incidencia de la pobreza aumenta o disminuye en el transcurso del tiempo”, apuntó.
Medir no sólo la magnitud de la pobreza y su dinámica, sino la desigualdad, es fundamental para tener certezas en torno a costos y beneficios de la política social y cómo éstos se reparten en los distintos grupos de la población, añadió.
“Lo que está ahora en discusión es la manera en que actuó el Inegi al modificar sus procedimientos de levantamiento de información, pues los hacen no comparables con los anteriores. No obstante, recalcamos la pertinencia de su objetivo declarado: corregir los problemas de subestimación en los datos del ingreso de los hogares en México, aunque no sólo de aquéllos de menores recursos”, subrayó el CEEY.
Tras señalar que “una corrección definitiva, pero transparente y consensuada, del método para medir el ingreso y el gasto de los hogares resulta apremiante”, propuso que los sujetos obligados por la Ley General de Desarrollo Social se abstengan de todo uso público de la información del Ingreso Trimestral Promedio del Hogar del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015 (MCS 2015) para hacer comparaciones de los elementos que involucra respecto a los de instrumentos similares obtenidos en el pasado.
Las autoridades de las entidades federativas, los municipios y los actores políticos en general, agregó, deben evitar la difusión pública de probables avances o retrocesos respecto al pasado en los indicadores que se puedan derivar del MCS 2015, dada su patente y oficial falta de comparabilidad.
Asimismo, demandó regresar a la metodología anterior de medición de los ingresos y gastos en la ENIGH de 2016 y preparar una metodología “alternativa consensuada, transparente y definitiva” para 2018, y que se utilice a partir de entonces.
De igual manera, levantar la ENIGH 2018 con la metodología utilizada en 2014 y 2016 para que se pueda enlazar con los datos históricos.
Y, finalmente, permitir que el Coneval no emita cifras de pobreza con base en los datos del MCS 2015 para no confundir a la sociedad y evitar que se utilice esa información con finalidades políticas, aun cuando ello impida actualizar la medición de pobreza por entidad federativa de 2010.
Destacó que los resultados del MCS 2015 muestran la necesidad de corregir la medición de ingresos de la población. No obstante, “queda claro que los datos de 2015 no pueden utilizarse como punto de partida para una nueva forma de medición del ingreso”, puntualizó.
El CEEY consideró fundamental que se consolide la autonomía y se preserve la credibilidad que tienen tanto el Inegi como el Coneval por su larga trayectoria de trabajo profesional de excelencia que ambos han acumulado a lo largo de muchos años.
“Consideramos que un error de esta naturaleza debe corregirse por el bien de México”, remató.
El pasado viernes 15, el Conejal consideró que los datos del Inegi no generan certidumbre a los usuaruarios al haber realizado una modificación en la forma en que captan las variables económicas y sociales.
Y ayer el diario The Guardian destacó que la sorpresiva reducción de la pobreza fue “truqueada” por el Inegi y podría servir a aquellos políticos preocupados por su imagen para reclamar el “éxito” de los programas contra la pobreza y administración económica.
Según el rotativo, la reducción de la pobreza se logró “al cambiar la forma de medir el ingreso” en los hogares, pues los mexicanos que viven en el umbral de la pobreza resultaron hasta un tercio más adinerados en 2015.
“Pero el cambio se debe más a un cambio sin previo aviso de la metodología en la medición de los ingresos domésticos, que a un repentino aumento de la riqueza y bienestar real para un país de pobres”, apuntó.
Los cambios metodológicos se conocieron en el marco de la presentación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2015, que mostró un incremento real global del 11.9% en los ingresos del hogar. En algunos estados el aumento fue de más del 30%, mientras que los más pobres fueron quienes registraron el mayor aumento de ingresos.