Condena EZLN desalojo de maestros y refrenda apoyo a la CNTE

jueves, 21 de julio de 2016 · 22:31
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) exigió hoy que se “amarren a los perros” Marco Antonio Cancino (alcalde de San Cristóbal de las Casas), Domingo López (edil de San Juan Chamula) y Narciso Ruiz (líder indígena de los Altos) para que no trastoquen el diálogo entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el gobierno federal. Los subcomandantes Galeano y Moisés, voceros y mandos militares del EZLN, dieron a conocer que tras la embestida contra los maestros en el bloqueo que sostenían en la autopista Tuxtla-San Cristóbal, de nueva cuenta reunirán comida y enseres para enviar al movimiento magisterial, y sobre todo para que puedan recuperar parte de lo que les fue quemado por el grupo de choque liderados por Narciso Ruiz Santiz. Galeano y Moisés dijeron tener información de primera mano que les permitió señalar tanto a Narciso Ruiz Santiz, líder de la Asociación de Locatarios de Mercados Tradicionales de los Altos de Chiapas (Almetrach); Domingo López González, alcalde de San Juan Chamula, y Marco Antonio Cancino González, edil de San Cristóbal, como los verdaderos responsables de este ataque perpetrado por el “grupo paramilitar” que llegó respaldados por policías municipales y estatales. El EZLN también reconoció que después de movilizaciones y de la respuesta gubernamental a éstas con amenazas, despidos, golpes, cárcel y muertes, el magisterio en resistencia logró que el gobierno federal se sentara a dialogar. “Es, pues, un asunto federal. Corresponde al gobierno federal y al magisterio en resistencia dialogar y llegar o no a acuerdos”. Si bien hay quienes simpatizan con los cuerpos policiacos, los zapatistas simpatizan con las demandas del magisterio y lo respetan. “Y no sólo a la CNTE, también y sobre todo al movimiento popular que se ha levantado en torno a sus demandas. Como zapatistas que somos hemos hecho pública nuestra simpatía apoyándolos, además de con la palabra, con el poco alimento que pudimos juntar”, confiaron los mandos del EZLN. Indicaron que quienes creyeron que llegando las vacaciones los maestros se irían a sus casas o que el desgaste los haría desistir en su lucha, “pues resulta que acá abajo no hay cansancio”, y que calcularon mal los que creyeron que el movimiento del magisterio en resistencia se iba a “desinflar” por las vacaciones. Al contrario, dijo, el movimiento no hace sino crecer y concertar simpatías, mientras que el gobierno sólo genera antipatías y repudio. A la par de que caiga la reforma educativa allá arriba, en Chiapas los maestros han sumado en su pliego petitorio la renuncia del alcalde Marco Antonio Cancino y la captura de Narciso Ruiz Santiz, líder de la Almetrach. “Pero entonces pasa que ustedes se sienten muy seguros y mandan a sus perros a robarles sus pocas pertenencias a esas personas que se están manifestando PACÍFICAMENTE. Bueno, pues entonces nosotros, nosotras, zapatistas, volveremos a juntar alimentos y los enseres que les quitaron, y se los volveremos a mandar. Así una y otra vez”, dice la carta. “En lugar de hacer declaraciones ridículas (como la del deslinde del cobarde ataque al plantón POPULAR en San Cristóbal), podrían contribuir en algo a la distensión necesaria para que ese diálogo y negociación sigan el rumbo que determinen sus partes (que, les recordamos, es entre el gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), harían bien en amarrar a sus perros (de nombres Marco Antonio, Domingo y Narciso). Sólo sílbenles agitando un fajo de billetes y verán cómo obedecen”, agrega el EZLN. Luego aconsejó al gobierno de Chiapas a que “no juegue con lumbre en San Juan Chamula, el descontento y la división que, dentro de ese pueblo, están fomentando ustedes con sus tonterías, puede provocar un conflicto interno cuyo terror y destrucción no se podrán tapar ni con bots en redes sociales, ni con inserciones pagadas, ni con el poco dinero que Manuel Joffrey Velasco Baratheon-Lannister haya dejado en la tesorería estatal”. Los líderes rebeldes también pidieron paciencia y respeto. Esperar a que el gobierno federal dialogue y negocie con seriedad y compromiso. “No sólo porque las demandas magisteriales son justas, también porque tal vez esta es de las últimas veces en que habrá con quién dialogar y negociar. Es tal la descomposición que han alentado ustedes que, pronto, no sabrán ni a quién calumniar. Además, claro, que no habrá nadie en el otro lado de la mesa”. Demandaron a todos los grupos y organizaciones que apoyan al magisterio que nadie se monte en esa lucha, que apoyen pero sin desviar sus objetivos que le dieron origen, como ellos los rebeldes encapuchados van a respetarlo y apoyarlo siempre. “No es legítimo querer montarse en un movimiento para tratar de llevarlo a un lado fuera de su lógica interna. Ni para frenarlo, ni para acelerarlo. O si no, digan claro que lo que quieren es usar ese movimiento para sus fines y propósitos particulares. Si lo dicen, tal vez el movimiento sí los sigue, tal vez no. Pero es más sano hablarle claro al movimiento sobre lo que se busca ahí”, precisaron Galeano y Moisés. Pidieron a los maestros que no se dejen sorprender por quienes se ponen capuchas y se asumen como zapatistas, que cualquier acción que hagan los zapatistas será anunciada y que respetará en todo momento los modos y tiempos para no alterar el curso de la lucha magisterial. “Sólo nos interesa que esa maestra, ese maestro, esa señora, ese señor, ese joven o jóvena, sientan que acá, en las montañas del sureste mexicano, hay quienes les quieren, les respetan y les admiran, aunque en las grandes estrategias electorales o revolucionarias no entren en juego esos sentimientos”, refiere la misiva. “Nosotras, nosotros, zapatistas, no les mandaremos comida chatarra a quienes luchan, sino tostadas de maíz no transgénico, no robadas, sino hechas con el trabajo de miles de hombres y mujeres que saben que ser zapatista no es ocultar el rostro, sino mostrar el corazón. Porque las tostadas zapatistas, recalentadas, alivian el hambre y alientan la esperanza. Y eso no se consigue en las tiendas de conveniencia ni en supermercados”, concluye la carta.

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