CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Procuraduría General de la Republica (PGR) toma las medidas necesarias para salvaguardar la integridad física de Mario Ernesto Villanueva Madrid, considerando su estado de salud y quien será repatriado a nuestro país el próximo miércoles 18. Villanueva Madrid, quien fuera gobernador del estado de Quintana Roo de 1993 a 1999, tiene pendiente de cumplir una condena de 22 años de prisión, impuesta por la autoridad judicial federal mexicana. La dependencia precisó en un comunicado que los delitos que se le imputan al exmandatario surgido de las filas del PRI son contra la salud y lavado de dinero, en la modalidad de colaborar al fomento para posibilitar la ejecución de ilícitos de esta índole, “siendo calificado por cometerlo un servidor público encargado de prevenir y denunciar la comisión de delitos de contra la salud y del ilícito previsto en el artículo 115 bis, fracción I, inciso b) del Código Fiscal de la Federación, vigente hasta el 13 de mayo de 1996”. El pasado 22 de diciembre el diputado Carlos Mario Villanueva Tenorio anunció la liberación de su padre, Mario Villanueva Madrid, de la cárcel de Lexington, Estados Unidos. Debido a la edad de su padre, Villanueva Tenorio solicitó prisión domiciliaria debido a “su estado de salud. Como saben, en Estados Unidos se le ha mantenido en los últimos dos años en una prisión hospital, donde ha sido tratado por la enfermedad pulmonar EPOC, por la que le están dando algunos medicamentos que ya van por encima de la cortisona”, informó en conferencia de prensa. “Estamos hablando de que mi padre culminaría su pena casi a los 91 años de edad. Esto para sus condiciones físicas y de salud es como una cadena perpetua. Por eso estamos pidiendo que, conforme a la ley, él pueda cumplir su pena en su domicilio”, expuso. Además, argumentó que en México ninguna de las prisiones puede brindarle laatención médica especializada que requiere”. Por su parte el exmandatario también se refirió, en su blog, a las condiciones médicas que le proporcionan en la prisión de Lexington: “Las autoridades de Estados Unidos me entregaron mi expediente médico con la recomendación de que en México se me proporcionen condiciones médicas similares a las que aquí se me dan, pues de otro modo no se garantiza mi salud, llevaría muy mala calidad de vida con sufrimiento físico, y viviría menos, ya que mis enfermedades son calificadas como graves y crónicas, por lo que el gobierno de Estados Unidos me tiene en una prisión hospital con la mejor atención médica, disponible las 24 horas del día”.