En Edomex, el hambre tiene uso electoral: Arquidiócesis
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La Arquidiócesis Primada de México criticó el derroche de recursos que se realiza rumbo a la contienda electoral del próximo 4 de junio en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz.
En el editorial del semanario Desde la Fe, titulado “Las elecciones del escándalo”, se destaca que el costo de los comicios en estas entidades ascenderá a cuatro mil millones de pesos, y las prerrogativas a los partidos políticos contendientes serán de mil 300 millones de pesos; es decir, un aumento de 52 por ciento en comparación con las elecciones del 2011.
La Arquidiócesis señala que el Estado de México es la segunda entidad con el voto más caro, que tendrá un costo de 209 pesos por cada una de las más de 11 millones de personas inscritas en el padrón electoral.
“En esta entidad, la ciudadanía es castigada por distintos frentes y tiene que sobrevivir al fuego cruzado: guerra sucia, descalificaciones y manipulación de la verdad entre los candidatos, quienes, con tal de alcanzar la gubernatura, se acusan entre ellos de corrupción y de beneficios desmedidos, lo que, a juicio de los especialistas, podría ser una de las radiografías electorales en la carrera por la Presidencia de la República en 2018”, indica el texto.
La Iglesia católica considera que el pueblo mexiquense tiene que soportar la manipulación, clientelismo y compra cínica y desvergonzada de votos; entrega de despensas y teléfonos celulares, así como la distribución de tarjetas y monederos electrónicos, además del uso electorero de programas de desarrollo social, condicionando los beneficios a cambio de copias de credenciales de elector, lo que, por cierto, es un delito.
El semanario recuerda también que la mitad de la población del Estado de México vive en pobreza, se encuentra asolada por el crimen y la impunidad, y que prácticamente existen localidades en virtual toque de queda. En 2016, agrega, el Estado de México fue apabullado con cerca de tres mil homicidios, y es primer lugar nacional en el índice de feminicidios.
“Los mexicanos volvemos a ser testigos de elecciones caras que nos cuestionan si de verdad valió la pena una reforma estructural político-electoral, cuando los hilos de este proceso se mueven por quienes controlan millonarios recursos que avientan como migajas. Usar electoralmente el hambre, además de ser inmoral, es una de las peores faltas sociales que implican la destrucción de la democracia, poniéndola en manos de camarillas y dinastías asidas a un poder que se niegan a dejar”.
Desde la Fe considera que usar la pobreza de los mexiquenses puede provocar el enojo popular, así como poner en riesgo la paz social y eventualmente la legitimidad de los resultados de los próximos comicios.
“En la disputa por el poder debe prevalecer la idea del bien común porque todos estos despilfarros electorales, todos estos gastos ostentosos, toda esta avaricia, son escándalos intolerables”, remata el editorial del semanario de la Arquidiócesis.