Lamentar desaparición del Imperio Azteca, igual a mostrar pena por derrota de los nazis: RTVE

miércoles, 5 de abril de 2017 · 10:39
MADRID (apro).- Con una visión reduccionista, el presidente del ente público Radio Televisión Española (RTVE), José Antonio Sánchez, aseguró que en la Conquista de América, “España no fue colonizadora, sino evangelizadora y civilizadora”. Y fue más allá al decir, citando a la antropóloga australiana Inga Clendinnen (autora de Los Aztecas, Una interpretación), que “lamentar la desaparición del Imperio Azteca es como mostrar pesar por la derrota de los nazis en la II guerra mundial”. Esto provocó que la embajadora mexicana en España, Roberta Lajous, mostrara al más alto nivel del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), la “contrariedad de México ante este caso”. Mientras los gobiernos de España y México enaltecen las buenas relaciones en el marco de los 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, el funcionario público dinamitó ese buen entendimiento en su conferencia sobre las relación de RTVE en América, que ofreció el 30 de marzo en la Casa de América con motivo del convenio que signó con la televisión iberoamericana y su entrada al Patronato de dicha sede El controversial periodista, muy ligado al Partido Popular y a medios de comunicación identificados con la ideología de derechas, señaló que las culturas precolombinas eran paganas y los esfuerzos evangelizadores de los colonizadores las salvaron. “¿En qué cabeza cabe (pensar) que los españoles de entonces se iban a dedicar al exterminio de seres humanos? Los españoles que fueron a América eran unos españoles que tenían unas Cortes (parlamento) desde hacía mucho, que tenían sometido al Derecho cualquier poder o arbitrariedad, que vivían en un país lleno de catedrales”. Las palabras del titular de la radio y televisión pública española causaron rechazo en las redes sociales. Criticó que se construyó, en buena medida por los ingleses, una leyenda negra alrededor del imperio español, al que se tachó de atrasado y de bárbaro. “La leyenda negra sostiene sin sonrojarse que la cultura indígena era muy superior a la española. Veamos, cuando los pueblos indígenas de América tenían el sacrificio humano como práctica religiosa habitual, cuando el autosacrificio, el derramamiento de sangre y la decapitación humana eran obsesiones supremas, cuando se acostumbraba a arrojar al vacío a guerreros, jóvenes y vírgenes para invocar a la lluvia, y cuando las princesas vírgenes eran ofrecidas en Chichen Itza en su cenote sagrado, cuando todo esto ocurría, ya hacía dos siglos que Dante había escrito la Divina Comedia y Petrarca su Cancionero, Miguel Ángel pintaba la Capilla Sixtina, El Greco pitaña en España y el Bosco había terminado El jardín de las Delicias”. “Lo que tuvo que hacer (Hernán) Cortés fue pactar con las poblaciones que sufrían la tiranía de los aztecas. En los documentos de los totonacas, fue Cortés quien les ayudó a ellos. Pero fueron ellos quienes hicieron todo”. Aseguró que el imperio azteca era de un “absoluto totalitarismo”, que la mayor parte del año se la pasaban “cazando gente para el sacrificio en festivales que duraban tres meses” y que sacrificaban entre 20 mil y 30 mil personas al año. Incluso puso en cuestionamiento a Fray Bartolomé de las Casas, quien documentó las atrocidades de los primeros españoles que pisaron suelo mexicano. Consideró que las cifras que ofrece el religioso son falsas, porque de ser ciertas cada español tendría que “haber matado 14 indios al día”. Y consideró que este religioso fue utilizado por los enemigos del imperio español, en especial los ingleses, para fortalecer la leyenda negra de España. En su opinión, “España no fue una colonizadora, fue evangelizadora y civilizadora” en esas “regiones bárbaras”. Este funcionario, quien en el gobierno del conservador José María Aznar ocupó un cargo de alta responsabilidad en RTVE, trabajó también en la agencia EFE, en los diarios ABC, La Razón, en la cadena de radio de los Obispos Cope, Antena3, Telefónica y Telemadrid. José Antonio Sánchez es miembro de la ultracatólica Pontificia Orden Ecuestre de San Gregorio Magno, una orden que se otorga a sus miembros por su servicio a favor de la Santa Sede y la Iglesia Católica. Recibió la Gran Medalla de dicha orden, que entrega el Papa. También recibió la Cruz al Mérito de la Guardia Civil. Y el día que ofreció la polémica conferencia se adhirió, como titular de RTVE, al Patronato de la Casa de América. Sánchez ha sido denunciado en varias ocasiones por los diversos grupos parlamentarios por la “manipulación” y “censura” en la información del ente público. El comité de empresa de RTVE, que aglutina a empleados de los noticiarios ha emitido, en repetidas ocasiones, pronunciamientos críticos por el manejo informativo sesgado que ofrece.

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