Usan a mujeres como 'carnada” para que diputados avalen iniciativa del Verde sobre delfinarios

jueves, 6 de abril de 2017 · 22:55
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Fraude en votaciones, soborno, presiones para cambiar el sentido del voto y uso de mujeres como “carnada” se evidenciaron en la última sesión del pleno de la Cámara de Diputados, donde legisladores de todos los partidos exteriorizaron su mutua desconfianza. Los reclamos entre dos bloques claramente delimitados, a partir de la pretensión de votar cambios a la ley que prohíba el cautiverio de delfines, terminaron por indignar a PRD, PAN, Morena y MC, quienes en el rejuego político “reventaron” la sesión al abandonar el pleno. Y dejaron para su regreso de vacaciones de Semana Santa la discusión del polémico tema. El entramado legislativo lo inició el Partido Verde (PVEM), cuando a través del diputado por Guerrero, Arturo Álvarez Angli, habló del cautiverio, la prisión en que se encuentran 397 delfines en por lo menos 35 delfinarios. “Es inaceptable que un ser humano se divierta a costa del sufrimiento animal”, sentenció. Enseguida de esta exposición, el PAN evidenció que más allá de la “noble iniciativa”, el Verde –junto con sus aliados, PRI, Panal y PES– lo que pretendía era “dar un albazo legislativo” para luego, en tiempo electoral, “cacarear” sus logros y bondades con el fin de “construir una agenda”. Jorge Triana Tena, diputado panista por la Ciudad de México, enumeró los errores del PVEM y luego sus intenciones: uno, el dictamen lo desconocía la Mesa Directiva e incluso los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Además, “se quiso dar una suerte de albazo legislativo para que no tuviéramos oportunidad de informarnos a precisión de lo que se está votando y no es un tema menor”, reclamó. Tampoco “tuvimos la información con precisión en el momento”, añadió el panista para luego aclarar que no se oponen “de plano”, sino buscan el tener tiempo para analizar el caso. Pero también, dijo, el dictamen carece de foros, reuniones con especialistas, y lanzó: “Por alguna razón tienen mucha prisa para aprobar este dictamen que no fue socializado con oportunidad”, sostuvo para luego deslizar que la pretensión del Verde es hacer uso mediático y electoral del tema: “Hacemos un llamado a la prudencia, a la seriedad de nuestro trabajo… a no legislar simplemente por una coyuntura de momento, a no legislar sobre temas evidentemente electorales y que tienen que ver con una intención de construir una agenda para cacarearla más adelante”, acusó. Luego, pidió una moción suspensiva, es decir, que se regresara la propuesta a comisiones para su estudio. El PRD hizo lo propio y demandó otra moción suspensiva, pues argumentó que se tienen que ver los efectos en las terapias con delfines que se utilizan para personas en discapacidad motriz o mental. Las mociones se votaron en forma económica, aunque lo cerrado de la votación generó dudas cuando el secretario de la Mesa Directiva “cantó” el resultado: “Mayoría por la negativa”. Aprobar las mociones implicaba regresar el dictamen a comisiones y por lo tanto que no se votara. Pero la votación no fue clara, se abrió el tablero electrónico con resultados disímbolos, pues en una primera instancia se dijo que fueron 178 votos a favor de la suspensión, luego que fueron 181… y finalmente que 196 diputados lo hicieron en contra. Acusaciones, reclamos… Desechar la moción suspensiva provocó escozor entre los diputados de PAN, PRD, Morena y MC, quienes consideraron que hubo un “uso faccioso” del conteo de los votos. La diputada Verónica Delgadillo, de MC, pidió a la presidenta de la Mesa Directiva, Guadalupe Murguía, que analizara el “uso faccioso” del conteo de la votación. “Yo soy secretaria de la mesa –dijo–, y si yo hubiera levantado la votación (el resultado sería otro)”, ya que “era una evidente mayoría a favor de la suspensión”. “¿Qué pasó? Lo que hizo él (el secretario) fue dar tiempo para que diputados de su partido y de otros partidos pudieran llegar al recinto y así romper la votación que ya habíamos ganado”. Le siguió la diputada de Morena, Ariadna Montiel, quien acusó y reclamó por la presencia de “cabilderas” en el pleno de sesiones, quienes presionaron a los legisladores para cambiar el sentido del voto y hacerlo a favor de la iniciativa. “Durante la sesión hemos tenido aquí en el pleno a un grupo de cabilderas, todas ellas mujeres, incitando, presionándonos, intentando presionarnos, y en el colmo el descaro es que en el momento de recoger la votación del diputado Rodrigo Abdalá (de Morena), se acercaron tres de ellas a presionarlo. “Nos parece muy lamentable que la presidencia de la Mesa no mantenga el orden en el pleno. A veces nuestros asesores les es imposible entrar al pleno, entonces ¿quién y de qué manera les ha dado acceso a cabilderos aquí en el pleno, a venir a presionar a los diputados?, reclamó la legisladora. Luego denunció que “esa gente trae un interés a defender, no nos hagamos, todos aquí nos estamos dando cuenta que esta presión por este dictamen es derivado de un interés de un sector, por negocio de alguien”. José Antonio Estefan Garfias, diputado por el PRD, se dijo sorprendido: “He sido diputado federal dos veces y es la primera vez en mi vida que veo que hay algo similar a lo que sería un fraude electoral”, alertó. Adán Pérez Utrera, de Movimiento Ciudadano (MC), pidió la palabra y dio la razón a la diputada Ariadna Montiel, de Morena, sobre el uso de cabilderas: “Yo personalmente recibí a una joven que, de manera muy coqueta, me vino a solicitar que cambiara yo el sentido de mi voto, y no es diputada, nunca la hemos visto aquí. ¡Es inadmisible que se permitan estas prácticas en este reciento!”. Le siguió la diputada del PAN, Mariana Arámbula, quien recriminó el uso de mujeres para presionar y cambiar el voto: “Nos parece indignante que hablen de respeto, ¿respeto?, cuál es el concepto de respeto cuando utilizan como carnada a una mujer. Están queriendo defender a los animales y utilizan a una mujer como carnada para una votación”, soltó. El barullo cundía en todas las fracciones parlamentarias, entre ellos mismos se decían ofendidos, reclamaban “uso faccioso” de la votación, demandaban un nuevo conteo y que se abriera el tablero electrónico. La presidenta de la Mesa Directiva, la panista Guadalupe Murguía, dio la palabra a todo aquel que la solicitó desde su curul, pero rechazó hacer un nuevo conteo. PRD fue el primero, mediante el diputado Jesús Zambrano, que ante “las dudas evidentes” sobre la votación de la moción suspensiva, debieran actuar con “prudencia” quienes presentaron la iniciativa y retirarla. “Nosotros”, adelantó, “preferimos retirarnos”, e invitó a los demás a que lo siguieran. Le tomó la palabra el PAN. El coordinador Marko Cortés advirtió que “ya hemos dicho que no hubo tiempo para analizar la propuesta… expuesto fundadas dudas del resultado y cómputo, le anuncio que el PAN, por el procedimiento forzado, presionado para que esto salga, abandonará la sesión”. MC, a través de su coordinador Clemente Castañeda, también se retiró pidiendo antes que se reconviniera al secretario de la Mesa “por la manera en la que se ha conducido en esta sesión”. Morena los siguió luego de que el diputado de MC, Jorge Álvarez Maynez, pidió que se verificara el quórum. Al final, durante media hora, los diputados de PRI, PVEM, Panal y PES se mantuvieron en la sesión; el resto, uno a uno, abandonaron el salón de sesiones. Cuando el tablero marcó 200 votos a favor de la iniciativa y cinco abstenciones, era claro que sólo estaban presentes 205 legisladores, por lo que la presidenta de la Mesa Directiva levantó la sesión “por falta de quorum”. Luego de la atropellada sesión, los diputados que quedaban abandonaron San Lázaro para tomarse 10 días de descanso, pues regresan el martes 18 y deberán abordar como primer punto, el polémico tema. Quizá entonces, de nueva cuenta, llegará a las cuentas personales de los legisladores la campaña del actor Eugenio Derbez, donde sobre la foto de un delfín aparece el lema “No + delfines presos”, “Alto a la reproducción”.

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