Hondureños rechazan quedarse en albergue de Tapachula por temor a reclusión y deportación

domingo, 21 de octubre de 2018 · 17:50
TAPACHULA, Chis, 21 de octubre (apro).- Voceros del éxodo hondureño, rechazaron hoy el ofrecimiento del gobierno federal para resguardarse en un supuesto “albergue” de esta ciudad fronteriza pues calificaron que no es tal sino un centro de detención o reclusión que los pondría en la antesala de la deportación. Luego de caminar por casi 10 horas unos 38 kilómetros desde la plaza central de Suchiate hasta la plaza central de Tapachula, los migrantes no aceptaron dirigirse hacia las instalaciones de la Feria Mesoamericana pues no contempla las condiciones generales para ser considerado un albergue, pues los que han sido internados podrían pasar ahí hasta 45 días en un encierro, pues no les permiten entrar y salir libremente, dijo Denis Omar Contreras, un hondureño y vocero del grupo. Denunciaron que a los migrantes que han aceptado los trámites burocráticos para darles el estatus de “refugiado” y acceso a la “Visa Humanitaria”, han quedado incomunicados y no les permiten a sus familiares tener contacto con ellos. Son poco más de 600 migrantes los que han aceptado estar en esa espera en ese presunto “albergue”, donde hoy las autoridades del INM y el mando de la Policía Federal, Manelich Castilla Graviotto, impidieron el acceso a los periodistas para constatar las condiciones en que se encuentran los que ya han aceptado acogerse a este oferta gubernamental. Pero son alrededor de cinco mil los migrantes que se negaron a ir a ese lugar y se plantaron esta tarde en la plaza central de Tapachula, para mañana lunes muy de madrugada partir hacia la ruta que lo conduzca hacia el norte, y esta será por los municipios de la Costa de Chiapas: Mazatán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoygua, Acapetahua, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá y Arriaga, para ingresar después a territorio oaxaqueño por Chahuites. Edgar Corzo, Quinto Visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dijo hoy que ese organismo nacional solicitó al gobierno federal medidas cautelares a favor de los migrantes que participan en este éxodo, pues hasta ahora han constatado que no se les ha proveído todos los servicios básicos necesarios. Por lo que exigió una vez más a los tres niveles de gobierno proveer todo lo necesario a los migrantes hondureños, como lo es, comida, servicios médicos y medicinas, servicio de ambulancias, agua, baños públicos y otros elementos para garantizar sus derechos humanos. A su entrada a territorio mexicano, la alcaldesa de Suchiate, Sonia Eloína Hernández Aguilar, sí les otorgó a los migrantes comida, agua, ropa, calzado, medicina y servicios médicos, todo esto con el apoyo de la iglesia católica y las iglesias evangélicas de ese municipio. Sin embargo, la alcaldesa de Metapa, Aremi Balbo Victorio, se escondió al paso de la caravana de migrantes en su municipio. Fue la población civil la que salió a las calles a dar agua, comida, ropa y calzado. En Tapachula, las autoridades municipales encabezadas por el alcalde, Óscar Gurría, desplegaron todo sus recursos para acondicionar el “albergue” de la Feria Mesoamericana, sin embargo, este no fue usado ni aceptado por los migrantes hondureños. Denis Omar Contreras, uno de los líderes y voceros del grupo de migrantes, señalaron que no se detendrán, que seguirán su camino hacia el norte y que el "albergue" ofrecido por el gobierno para quedarse en esta frontera sur, no es más que un centro de detención similar a los que creó Estados Unidos para recluir a los migrantes.

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