En San Lázaro, jaloneos con Muñoz Ledo por la Coordinación de Comunicación Social

sábado, 6 de octubre de 2018 · 19:57
La inminente salida de Óscar Argüelles de la Coordinación de Comunicación Social en San Lázaro, programada para el lunes 15, ha generado una serie de amagos de éste contra el presidente la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo. El propósito es sabotear a Roselli Reyes Cuevas, la colaboradora del legislador que se perfila como sustituta de Argüelles. Las rémoras tienen fondo y se centran en los abultados pagos al personal free lance contratado por ese personaje.    CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La llegada de Morena al recinto de San Lázaro generó escozor en sus pilares administrativos. Provocó renuncias adelantadas que, a partir del lunes 15, dejarán en el limbo a tres de sus áreas centrales: la secretaría general, la de servicios parlamentarios y la de servicios financieros. El sacudimiento morenista fue más fuerte de lo esperado. Alcanzó a Óscar Argüelles Dorantes, coordinador de Comunicación Social, quien durante seis años se mantuvo inamovible. Durante tres semanas, golpes bajos y peticiones de apoyo emanaron de las oficinas de Comunicación Social, en un vano intento de doblar al presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo. El propósito era aplazar la remoción para después de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, el 1 de diciembre. Desde la primera semana de septiembre, Muñoz Ledo decidió ubicar a gente de toda su confianza en el complejo organigrama de comunicación y auditar la gestión de los seis años de Argüelles, empezando por un riguroso análisis de las listas de empleados free lance y sobre las cuales pesa la sombra de “aviadores”. Argüelles intentó desmentir su inevitable relevo. Primero lo hizo con Proceso, el 19 de septiembre y luego con la reportera Claudia Salazar de Reforma, quien el día 28 reveló la tajante exigencia que le hizo Muñoz Ledo para que presentara su renuncia. En paralelo, el Comité de Administración canceló contratos millonarios de monitoreo “en tiempos del Estado” y en medios de comunicación, a la par que hacía números para recortar el presupuesto de la Coordinación de Comunicación Social para 2019.   Comunicación ¿otra pista de aterrizaje?   Óscar Argüelles llegó a San Lázaro el 12 de septiembre de 2012 como propuesta del PRI y avalado por el entonces presidente de la Mesa Directiva, Jesús Murillo Karam. A partir de entonces ocupó el cargo y tuvo bajo su mando cinco direcciones, siete subdirecciones y, de manera excepcional, una dirección administrativa a cargo de Rafael Márquez, quien elabora las listas de los llamados free lance, cuyos emolumentos los cubre la oficina de pagos que depende de la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros. Proceso tuvo acceso a listas de pagos mensuales al personal free lance correspondientes a los meses de julio y agosto de 2016, julio y agosto de 2017, julio-septiembre de 2018 entregados a la Mesa directiva de la Cámara de Diputados ante la presunción de que incluía los nombres de los llamados “aviadores”; es decir, gente que cobra pero no trabaja. Los documentos muestran el pago bruto, la retención de impuestos y los cobros netos, tan dispares, que oscilan entre 9 mil 734 pesos con 30 centavos y 65 mil 98 pesos con 13 centavos. Consultado al respecto el 20 de septiembre, Argüelles admitió que la coordinación contrata free lance cuando hay sesiones de comisiones, del pleno y reuniones legislativas diversas. Sin embargo, aclaró que los pagos son 8 mil a 28 mil pesos cuando más y que todos los nombres que aparecen en sus listas “trabajan, no son aviadores”. Se le mostraron algunas de las listas, dijo, tajante: “Son falsas”. En los documentos consultados por Proceso aparecen pagos a 141, 159, 142, 156, 170 y 142 personas durante los meses de julio y agosto, justo cuando la actividad legislativa baja de manera considerable por tratarse de periodos de receso parlamentario. Los pagos mensuales resultan elevados. En julio de 2016, por ejemplo, la nómina de los free lance fue de 3 millones 679 mil 609 pesos. Al mes siguiente se elevó a 4 millones 337 mil 522; en julio de 2017 se mantuvo en 4 millones 401 mil pesos, y en agosto subió a 4 millones 836 mil pesos. En julio de 2018, pasadas las elecciones del 1 de julio –en las que Morena arrasó– y en pleno receso legislativo la Cámara de Diputados contrató a 170 free lance; la nómina se elevó a 5 millones 77 mil 369 pesos. Y en agosto, aún en receso, pero en los preparativos para acreditar a los nuevos 500 diputados federales, la nómina llegó a 4 millones 353 mil pesos con 142 personas contratadas. Y ya con la llegada de Morena, la Coordinación de Comunicación Social bajó considerablemente: sólo se contrató a 65 personas y las erogaciones fueron de 1 millón y medio de pesos. (Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2188, ya en circulación)

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