CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  “No fue una invención periodística: la entonces canciller Claudia Ruiz Massieu no estuvo de acuerdo” con la visita a Los Pinos de Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, admitió por primera vez el actual titular de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, quien afirmó que asume su “responsabilidad histórica” ante ese hecho, en agosto de 2016, que provocó su renuncia en la Secretaría de Hacienda. Desde su curul, la actual senadora priista Ruiz Massieu observó con cara adusta la última comparecencia ante el Senado de Videgaray como funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto. Y algunos legisladores aplaudieron a quien durante este sexenio se le consideró como un vicepresidente de facto. “México ha transitado con la relación más complicada en los últimos años” con el gobierno de Estados Unidos, admitió Videgaray, pero presumió que gracias a la actitud “sin aspavientos” de la actual administración se pudo negociar el nuevo acuerdo de libre comercio, y alabó los alcances y algunos detalles del mismo. En su participación, la actual dirigente nacional del PRI y senadora Ruiz Massieu defendió la estrategia de la diplomacia peñista porque “en el contexto de una relación compleja con la nación más poderosa del mundo, nuestra diplomacia optó por estrategias que hoy han demostrado su eficacia”. El otro tema conflictivo y constante durante su comparecencia fueron los reproches que le hicieron varios legisladores a la actitud tardía de la cancillería mexicana ante la política de “tolerancia cero” contra los migrantes y a la falta de acción ante los 2 mil 750 menores separados y hasta enjaulados por el gobierno de Trump. Videgaray negó que se hubiera actuado con retraso. Afirmó que, junto con El Vaticano, México denunció esta “política cruel e inhumana”. Informó que se presentó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) una resolución condenando la medida y fue aprobada por los países participantes. También mencionó que gestionaron un pronunciamiento del secretario general de las Naciones Unidas y del Alto Comisionado de los Derechos Humanos. “Afortunadamente se declinó, pero aún hay niños separados” de sus padres, afirmó el canciller mexicano, sin precisar a cuánto asciende la cifra. La senadora de Morena, Bertha Alicia Carrasco, le criticó que fue el 26 de julio pasado, dos meses después de que se realizaron las detenciones de los menores, que México se pronunció en contra. Reprochó que las familias de los migrantes no contaron con el apoyo jurídico de los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos. Videgaray reiteró que México actuó de “de manera oportuna y contundente” ante esta política y negó que existiera “omisión” por parte de la cancillería. En la comparecencia de su despedida, Videgaray recibió duros cuestionamientos. El senador independiente Emilio Alvarez Icaza afirmó que el canciller representa a “una cúpula gubernamental caracterizada por la corrupción y la desmesura e indignidad, dentro y fuera de México”. “Usted pasará a la historia como la persona que expuso a su presidente y a su país a una gran vergüenza. La visita de Donald Trump a la residencia oficial fue un agravio a la conciencia nacional, a los mexicanos que estando en Estados Unidos recibían todos los días los insultos de Trump”, le reprochó Alvarez Icaza. Videgaray defendió una y otra vez esta visita. “Asumo mi responsabilidad política a plenitud”, afirmó en el momento más difícil de una comparecencia que se extendió por tres horas, pero indicó que gracias a ese contacto se pudo concretar una buena relación posterior. El canciller mexicano también condenó la “diplomacia en redes sociales”, en clara alusión a los tuits de Donald Trump, pero defendió las negociaciones realizadas a través de llamadas telefónicas, como sucedió en el último tramo del acuerdo de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. “No es válida la diplomacia a través de redes sociales. En 280 caracteres es difícil esclarecer una posición”, afirmó. Otro tema constante en la comparecencia, sobre todo del lado de los senadores del PAN, fue la participación de México en el Grupo de Lima, para presionar al gobierno actual de Venezuela. Acuerdo con EU no pone en riesgo relación con China Exsecretario de Hacienda y cabeza de las negociaciones recientes con Estados Unidos y Canadá para renovar el TLCAN, Videgaray negó que este acuerdo limite a México a suscribir acuerdos comerciales con China o alguna otra economía, ante los cuestionamientos del senador Héctor Vasconcelos, de Morena, y de otros legisladores. “El nuevo texto negociado no limita en absoluto que México celebre acuerdos comerciales con algún otro país, no existe disposición alguna que genere una limitación, ni con China, ni con ninguna otra economía independiente de sus características y geografía”, afirmó. Videgaray alabó la aportación del negociador del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el doctor Jesús Seade, para lograr cambiar la cláusula sunset o “cláusula de terminación” del acuerdo. “Estados Unidos proponía que se cancelara cada cinco años. Al final de agosto, se negoció eliminar y fue sustituida por una cláusula de revisión y extensión. Cada seis años se revisará en un horizonte mínimo de 16 años… En el diseño de esta nueva cláusula participó el doctor Seade”, afirmó Videgaray. Desestimó que las nuevas reglas de origen para la industria automotriz afecten a México porque “mayor contenido regional es una oportunidad para la industria mexicana”.