MORELIA, Mich. (apro).- Julieta Appendini, directora en México de la organización no gubernamental Ayuda a la Iglesia Necesitada, reveló que, en el ámbito mundial, México es el país con más asesinatos de sacerdotes, reflejo de la violencia que prevalece en el territorio nacional. En Michoacán, acotó en rueda de prensa, suman al menos nueve asesinatos en los dos últimos sexenios, y con ello ocupa el segundo lugar nacional. “Con esos nueve casos contabilizados de sacerdotes muertos en hechos violentos, Michoacán es el segundo estado a nivel nacional más peligroso para los religiosos”, acotó. “El primer lugar es Guerrero y después Michoacán. La cifra exacta no la recuerdo, pero recuerdo que van nueve”, señaló. La directora de la ONG dijo que en el ámbito nacional suman 68 los sacerdotes asesinados, 21 tan sólo del último sexenio. También informó que, de acuerdo con la investigación desarrollada por el Centro Católico Multimedial sobre los homicidios de sacerdotes en México en los dos últimos sexenios, en 80 por ciento de los casos las víctimas defendían derechos humanos, trataban de generar diálogo entre autoridades y crear instancias de paz en lugares con presencia del narcotráfico. No es todo, pues también existen patrones en los 68 asesinatos ocurridos en el país en los últimos dos sexenios, como la tortura y la desacreditación del gobierno hacia los sacerdotes, indicó. En lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto se han reportado 520 extorsiones a sacerdotes, 25 asesinatos, 25 atentados contra seminaristas, laicos y presbíteros, dos casos de desaparecidos y dos secuestrados. A finales de año, Peña Nieto podría concluir su mandato con un alza estimada en el ciento por ciento de homicidios contra religiosos, siendo el sexenio más peligroso para el ejercicio del sacerdocio de la era moderna. Este fenómeno en creciente desarrollo es resultado de la incapacidad del gobierno mexicano para controlar la violencia desbordada por grupos del crimen organizado en las distintas zonas geográficas del país, advirtió Omar Sotelo Aguilar, director de la Unidad de Investigación del CCM.