CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- “Hay que formar jóvenes universales”, dijo el rector de la UNAM, Enrique Graue, en referencia al principal reto que las universidades enfrentan de cara a la agenda 2030. La innovación, con capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios y buscar soluciones a los problemas que enfrentamos, fue el argumento principal de Graue durante su intervención en el décimo primer Congreso Internacional de Educación Superior, en Cuba. Ante sus homólogos de Iberoamérica, el rector destacó la necesidad de evolucionar, del trabajo individual al de grupos interdisciplinarios, y abundó: “Avanzar en la enseñanza de tecnologías educativas y ampliar su potencial, y así la educación a distancia se irá consolidando”. Desde la Universidad de La Habana, lanzó una crítica a las estructuras universitarias, al considerar que a veces impiden las transformaciones rápidas. En ese sentido, dijo que es necesario insistir para que éstas sigan generando conocimiento, sean detonantes del desarrollo de sus países y enfoquen su investigación a la solución de problemas nacionales y de la región. De los 17 objetivos que conforman la Agenda 2030, planteó el rector de la UNAM, las universidades tienen una destacada participación en la formación de estudiantes críticos que puedan analizar la gran cantidad de información y conocimiento que se genera. También en formar ciudadanos con sentido crítico y social que les permita ser actores que busquen superar los desequilibrios generados por la inequidad. Deben, además, educarlos en la tolerancia frente a un mundo con grandes diversidades sexuales, ideológicas y políticas, y para poder contener los problemas que el cambio climático ha generado.