40%, la increíble cifra que vaticina Ochoa para Meade

martes, 27 de febrero de 2018 · 10:11
El dirigente del PRI, Enrique Ochoa Reza, asegura que el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, ganará las elecciones presidenciales con 40% de los votos que se emitan el próximo 1 de julio. ¿De qué manera lo logrará con antecedentes como los “gasolinazos”, la poca aprobación del actual mandatario priista y los numerosos casos de corrupción de militantes de ese partido que se han destapado durante el sexenio peñanietista? El dirigente nacional del PRI insiste en que las cartas fuertes de su abanderado son la “honestidad” y el “apartidismo”. Y de paso se lanza a acusar de “dos caras” a Ricardo Anaya y de “violento” a López Obrador. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- A un mes del arranque de las campañas presidenciales, José Antonio Meade sigue atorado en el tercer lugar. Los 60 días de precampaña no le bastaron para mejorar su imagen y ante los magros resultados de su equipo, encabezado por Aurelio Nuño, el PRI tuvo que echar mano, como coordinadores de operación electoral, de sus cuadros experimentados: Eruviel Ávila, Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, René Juárez, Carolina Viggiano y Mariano González Zarur. El viernes 23, un día después de esas designaciones, el candidato de la coalición Todos por México se mostró satisfecho porque, declaró, ese grupo aporta experiencia, temple, trayectorias y conocimiento del país, y con ellos se garantiza la victoria. En ese mismo tenor, y a pesar de un escenario adverso para Meade en el que pesa la historia de corrupción de varios miembros del PRI acusados de desvío de recursos o de ligas con el crimen organizado, y de la mala imagen de Enrique Peña Nieto, el líder priista, Enrique Ochoa Reza, confía en que ganarán holgadamente con 40% de los votos que se emitan el 1 de julio, con lo que evitarán las protestas de Andrés Manuel López Obrador. Entrevistado en las oficinas de la Fundación Colosio, Ochoa Reza sigue a pie juntillas el consejo de todo estratega electoral: atacar a los adversarios en sus partes más débiles. De ahí que califica de “mentiroso” y “dos caras” al panista Ricardo Anaya y tacha de “violento” a López Obrador. Pero al mismo tiempo resalta lo que para él son las fortalezas de Meade para ganar la elección presidencial: “Tenemos al hombre más preparado, al hombre honesto, al hombre de familia, al hombre que tiene la experiencia comprobada”. A la par del perfil de Meade, Ochoa Reza subraya que el PRI tiene una estructura partidaria “que suma a millones de militantes y simpatizantes que están convencidos y que tienen un profundo amor por México”, además de “tener un gobierno al que se valore en sus acciones, de resultados y cercano a la población”. Esos elementos, dice, “serán centrales para competir y ganar, para tener éxito en el siguiente proceso electoral. Contamos con el mejor hombre, José Antonio Meade, tenemos el mejor partido, el PRI, y tenemos el mejor gobierno que ha acreditado las transformaciones que México necesitaba”. Defensa del “gasolinazo” –¿La figura de Enrique Peña Nieto, que es el presidente con el rechazo social más alto desde Ernesto Zedillo, no le pesa a José Antonio Meade en su campaña? –arranca la entrevista. –Los números de aprobación del presidente Enrique Peña Nieto se han incrementado de manera importante. El año pasado en algún momento estuvieron en 10 u 11% y ahorita están cerca del 30. El presidente de la República ha ido acreditando con trabajo el esfuerzo de su gobierno, y las reformas que ha impulsado han arrojado beneficios para la población, que tenemos que explicar de mejor manera. Ochoa defiende uno de los temas con los cuales se ataca más a Meade: el “gasolinazo”, pues como secretario de Hacienda elaboró la Ley de Ingresos 2017 en la que se contempló el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que derivó en el aumento del combustible. “Depende del precio internacional del petróleo y de la variación del peso respecto al dólar. Así es en todos los lados del mundo. Por lo tanto, para proteger los programas sociales, para proteger los sistemas de salud y de educación, los mexicanos tuvimos que tomar una decisión difícil que provino de todas las fuerzas políticas y tenía que ver con que quien consuma combustible debe pagar lo que cuesta para que, en consecuencia, el dinero público se destine a las personas que más apoyo necesitan. “Ahora, la gasolina mexicana tiene un precio competitivo con el resto de los países que tienen el mismo nivel de desarrollo. Por supuesto que tenemos un precio de la gasolina también más competitivo que la mayor parte de los países de Europa y de Asia, y cuando nos contrastamos con América Latina tenemos un precio de la gasolina también muy competitivo. Los precios de los combustibles en el mundo entero varían con respecto al día anterior en función de esas dos variables: el costo del petróleo y el costo de la moneda respecto al dólar”, argumenta Ochoa. “Figura ciudadana” Hace 18 años el PRI perdió por primera vez una elección presidencial. Francisco Labastida Ochoa nunca logró convencer a la gente de que era un candidato fuerte y su campaña –con el lema “Que el poder sirva a la gente”– no superó la imagen de corrupción del salinismo ni la falta de apoyo de Ernesto Zedillo. El presidente del PRI rechaza cualquier paralelismo y asegura que Meade basa su fortaleza en su figura ciudadana, en la honestidad de su trayectoria y que, pese a las críticas de que su discurso no ha impactado, asegura que ya logró conectar con el auditorio en sus últimos eventos, como en la convención de delegados realizada en el Foro Sol, donde tomó posesión como candidato presidencial ante miles de militantes de todo el país. A lo largo de la entrevista defiende que Meade no sea militante del PRI e incluso es algo que destaca como una fortaleza porque, dice, “es un ciudadano apartidista que ha participado en la vida pública con honestidad y profesionalismo. Es una experiencia probada la que ofrece. Hay resultados acreditados”. Esta aura ciudadana, más la estructura del PRI, es la que hará ganar a Meade, asegura el dirigente nacional priista, quien minimiza los conflictos internos del Partido Verde y la presencia de Elba Esther Gordillo y su familia quitándole militantes a Nueva Alianza para llevárselos a la campaña de López Obrador. “Tiene al mejor partido político de México respaldándolo, con la estructura política más acreditada de América Latina. La combinación de un candidato ciudadano preparado, honesto y con propuesta, con el partido político y la base militante más grande de México, con la estructura política más fuerte de todo el continente, nos hará ganar las elecciones. “Y las vamos a ganar con 40% de los votos, que nos van a permitir serenar al país, de manera tal que López –que frecuentemente pierde las elecciones y no reconoce el resultado de la voluntad popular–, no va a tener argumentos para impugnar y movilizarse contra la decisión democrática y libre de los mexicanos.” –¿Cómo van a alcanzar ese 40% de la votación, o estos 20 millones de sufragios de los que también hablan, si el voto duro del PRI es de poco más de seis millones? –Es de mucho más. Es la suma de la base militante más nuestros simpatizantes. Recordemos que tuvimos una Asamblea Nacional que nos permitió abrir las puertas y ventanas del partido a la ciudadanía. Somos el único partido que lo ha hecho en México y estamos muy orgullosos de tomar esa decisión en la Asamblea Nacional y lo logramos con unidad y la inclusión de todas las expresiones políticas del priismo nacional. –Hablaba usted de un partido que tiene la mejor estructura política a nivel latinoamericano, pero tiene el grave problema, el estigma, de la corrupción. Hay por lo menos 22 de sus militantes acusados de actos de corrupción o de vínculos con el crimen organizado. ¿Cómo puede esto ayudar a un candidato como José Antonio Meade? –José Antonio Meade es un hombre honesto, lleva 20 años de carrera pública acreditada en la honestidad y tiene una propuesta concreta para combatir también la impunidad y castigar a la corrupción y al crimen. “Mientras López está proponiendo una amnistía a los criminales, José Antonio Meade es implacable contra la corrupción. Está proponiendo que se lleven a cabo transformaciones en nuestro marco jurídico para poderle quitar el dinero a los criminales y a los corruptos y quitarles también las armas; está proponiendo reformas para que, de una vez por todas, los mexicanos contemos con un sistema nacional anticorrupción completo, con los nombramientos de ciudadanos de prestigio que encabecen estas nuevas instituciones.” Ochoa hace una pausa y muestra al reportero lo que para él es la prueba de la peligrosidad de la iniciativa de amnistía a los criminales implicados en el crimen organizado, propuesta por López Obrador el pasado 2 de diciembre en Quechultenango, Guerrero. Es un recuento de los 22 homicidios de funcionarios y exfuncionarios públicos del PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo desde esa fecha hasta ahora: “Ninguno es de Morena”, destaca el documento. Sin embargo, se le insiste en que el PRI tiene una carga pesada de 22 personajes acusados de corrupción o de ligas con el crimen organizado –entre ellos Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge y Tomás Yarrington– y que, quieran o no, le van a pesar a Meade en esta campaña. “Esas personas que le fallaron a la ciudadanía están mereciendo el castigo judicial, están todas bajo proceso judicial; es decir, los actos que ofendieron a la ciudadanía y a todos los mexicanos están siendo castigados y deben seguir siendo castigados. Eso es lo mismo que exigimos para todas aquellas personas de todos los partidos políticos que, corrompiéndose, le fallan al pueblo de México. “Los corruptos deben terminar en la cárcel, se deben recuperar los bienes que se robaron y se deben reintegrar al pueblo de México. José Antonio Meade es un hombre honesto, que tiene una propuesta clara en materia de corrupción y que la va a combatir con firmeza”, insiste Ochoa. –¿Por eso escogieron como candidato a Meade, porque no tenía mancha de corrupción? Es muy importante para la población este tema. De hecho los tres candidatos que ya tomaron posesión apuntaron a la lucha contra la corrupción como su bandera. ¿Cómo le va a hacer José Antonio Meade? –Ese es el punto. Cuando la sociedad esté valorando un perfil honesto para sacar a México adelante, de las tres opciones que tiene de los partidos políticos, dos personas han sido altamente cuestionadas por actos de corrupción. “Es el caso de Ricardo Anaya, con las empresas fantasma, las fundaciones fantasma, las triangulaciones de dinero, el lavado de dinero y el enriquecimiento inexplicable. “Del otro lado tiene a López, que recurrentemente tiene casos de corrupción en su equipo más cercano. Es difícil pensar que no estuvo enterado de la corrupción de Bejarano en la Ciudad de México, cuando fue uno de sus colaboradores más cercanos y hoy está con él, haciendo campaña.” –Pero el partido no ayuda, con esa historia, al candidato. –El partido se hace responsable puntualmente de sus casos y ha expulsado de sus filas a aquellos militantes que le han fallado a la ciudadanía. El partido también ha aceptado transformarse, en la Asamblea Nacional, para crear un nuevo organismo que regula la actividad ética y también un nuevo código de ética, que permite que hacia adelante construyamos condiciones de participación honorable y honesta con la ciudadanía. Contra los otros Ochoa se centra en criticar a Anaya por el escándalo que enfrenta por una presunta triangulación de dinero mediante empresas fantasmas, la que ya es investigada por la Procuraduría General de la República. Muestra la declaración 3de3 del panista y asegura que no declaró todos sus bienes. “Ricardo Anaya es un candidato dos caras: habla contra la corrupción y la practica. Combate la corrupción de mentiras. Traiciona y es corrupto. Veamos los datos concretos: en su declaración patrimonial original, cuando ingresó al servicio público –en 2011, en la Secretaría de Turismo– declaró que tenía sólo un bien, una casa que le fue donada en 2005, que tenía ingresos aproximados mensuales por 100 mil pesos y cuentas de banco cercanas a los tres millones de pesos. “¿Cómo es que ahora sabemos que Ricardo Anaya es multimillonario, que acaba de vender una supuesta nave industrial en 54 millones de pesos, que tiene múltiples locales comerciales que nunca aparecieron en su declaración patrimonial y que, además, encabezó una fundación fantasma que recibió dinero de contratistas y nunca reportó?” De López Obrador –a quien de manera machacona insiste en llamarle López– no cita ningún escándalo inmobiliario. Se centra en criticar la candidatura al Senado de Napoleón Gómez Urrutia, el apoyo de la familia de Elba Esther Gordillo, el presunto financiamiento irregular de René Bejarano y Eva Cadena y el caso de Gustavo Ponce, quien siendo secretario de Finanzas del gobierno capitalino fue descubierto en Las Vegas gastando dinero del erario. “López no tiene una actividad pública acreditada en la honestidad; al contrario: todo el equipo que lo rodea ha sido cuestionado y señalado por actos de corrupción y sus definiciones, como la de declarar en la 3de3 que no tiene bienes, no tiene tarjeta de crédito, tarjeta de débito, chequera… ¡pues entonces de qué vive!” Esta entrevista se publicó el 25 de febrero de 2018 en la edición 2156 de la revista Proceso.

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