En México persisten altos niveles de desigualdad, alerta la OCDE
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aseguró que en México los niveles de desigualdad se mantienen entre los más altos de los países del organismo, en particular debido a la elevada prevalencia de la pobreza.
Al dar a conocer el informe “Apuesta por el crecimiento 2018”, que analiza los parámetros de las políticas estructurales y el rendimiento económico, el organismo encabezado por José Ángel Gurría también puso de relieve el tema de la corrupción.
De acuerdo con la OCDE, para hacer frente a la escasa productividad, resulta esencial impulsar la capacidad de la economía para adoptar y adaptar tecnología y conocimientos extranjeros, a fin de incrementar los beneficios que reportan el comercio y la participación en las cadenas de valor internacionales.
Entre las principales prioridades se encuentran aumentar el nivel educativo, reducir aún más los obstáculos para la inversión extranjera directa (IED) y las empresas de reciente creación, así como reforzar las políticas de innovación.
Para el organismo internacional es necesario reforzar el Estado de Derecho mediante la promulgación e implementación de una segunda ronda de reformas legales en el ámbito civil y mercantil.
Así como también continuar con la transición de los juicios escritos a los orales para mejorar los resultados de los litigios económicos, como los relacionados con el cumplimiento de los contratos.
Además, completar el establecimiento de sistemas anticorrupción a nivel estatal, en particular para mejorar la congruencia con que se aplican las normas.
Por el lado de la inversión, sugirió reducir los obstáculos para la IED y, para ello, seguir levantando las restricciones a ésta en sectores clave, como el del transporte y la banca.
También, mejorar el entorno empresarial para atraer IED en servicios, en parte aumentando la transparencia de las políticas regulatorias.
En el informe también se recomienda a las autoridades reducir las barreras a la competencia, facilitando y respaldando la entrada de empresas, así como relajando la normativa que regula la entrada en los servicios profesionales y los requisitos que se exigen al comercio minorista para la concesión de licencias, a fin de promover el empleo formal.
Por el lado de política industrial, el reporte de la OCDE consideró necesario fortalecer las políticas de innovación, promoviendo el financiamiento en las primeras etapas de las nuevas empresas y la cooperación de la industria con los institutos de investigación mediante el fortalecimiento de las redes industriales y, en particular, de la promoción de agrupaciones.