CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de la creciente crisis internacional derivada del presunto asesinato por envenenamiento del exespía ruso, Serguei Skripal, y su hija, Yulia, el pasado 4 de marzo en Salisbury, el gobierno mexicano condenó hoy “enérgicamente” el ataque con gas nervioso y se reservó el derecho de declarar “persona non grata” a diplomáticos rusos. “El gobierno de México dará seguimiento puntual a las investigaciones conducentes y, en caso de comprobarse el involucramiento o intervención de algún Estado en territorio de otro, se reserva el derecho de ejercer las acciones diplomáticas que estime conveniente”, anunció la Cancillería en un boletín. La posición de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se produce tres semanas después del asesinato del exespía –refugiado en Inglaterra– y coincide con la visita a México de Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Interna en la administración del presidente estadunidense Donald Trump. Este fin de semana, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Ucrania y países de la Unión Europea expulsaron a decenas de diplomáticos rusos –tan sólo el gobierno de Trump sacó a 60, con el argumento de que son espías–, después de que las autoridades británicas determinaron la probable actuación del gobierno ruso en el asesinato. El gobierno ruso, que negó su involucramiento en el ataque, calificó las expulsiones como “gestos provocativos” y un “paso inamistoso”, y anunció que implementará sanciones comerciales y diplomáticas –como la clausura de consulados de Estados Unidos– en respuesta.