CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La educación, como elemento imprescindible para el respeto de los derechos humanos, debe ser impulsada para revisar el modelo de política criminológica en el país, pues no basta con aumentar penas de prisión o aplicar medidas de fuerza, consideró el ómbudsman nacional, Luis Raúl González Pérez. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) subrayó que la educación es el motor que permitirá la transformación del país en muchos de los problemas que afronta. Y fue claro en listar los principales: pobreza y desigualdad, inseguridad y violencia, así como corrupción e impunidad. Al firmar un convenio de colaboración con la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de los Derechos Humanos (UNAM), González Pérez añadió que la educación, como bien público es, ante todo, un mecanismo de inclusión social, un instrumento para fomentar, entre otras cosas, el conocimiento de la norma y el respeto a la legalidad. Sobre el convenio, el ómbudsman explicó que permitirá sumar esfuerzos entre ambas instituciones para aportar los elementos materiales y, sobre todo, el capital humano, para establecer una contribución a la sociedad al tener como referente el cumplimiento y respeto a la ley. Destacó que mediante la aprobación del Diplomado de ampliación y profundización de conocimientos con opción a titular en Derechos Humanos, que impartirá la Facultad de Derecho, personal de la CNDH que aún no tenga su título profesional podrá concluir su carrera. Por su parte, el director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras Bustamante, dijo estar convencido de que los problemas que padece nuestro país como corrupción, impunidad, poco apego a la legalidad y violencia, entre otros, no deben combatirse con la visión simple de ampliar penas y el uso de la fuerza física, sino con educación.  Aseguró que el conocimiento que se genera en las aulas logrará el cambio educativo y cultural que a México le hace falta. En su momento, el jefe de la división de Educación Continua de dicha Facultad, Diego Guerrero, dijo que el diplomado que se impartirá tiene una visión muy clara de opción a titularse. Ello, señaló, abre la posibilidad y demuestra la disposición que tienen ambas instituciones de coadyuvar en el fortalecimiento de los derechos humanos y de la cultura de la legalidad a través del personal que día con día trabaja en ese ámbito.