Ejército en las calles y matrimonio solo entre hombre y mujer, reitera Zavala
CHOLULA, Pue. (apro).— Como lo hizo su esposo Felipe Calderón en su sexenio, la candidata por la vía independiente Margarita Zavala Gómez del Campo dejó claro que de ser necesario y de llegar a la presidencia, utilizará a las fuerzas armadas para combatir al crimen.
En un diálogo ante estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), quienes abarrotaron el auditorio de la institución, la expanista soltó ante la pregunta expresa:
“Yo voy a defender a los ciudadanos y voy a utilizar todos los instrumentos legales que tenga al alcance, si para eso necesito a las fuerzas armadas, las voy a utilizar. Pero además ahorita, nadie está proponiendo regresarlos inmediatamente al lugar donde deben estar, porque mientras no tengamos fortaleza en las instituciones policiales, no podemos regresarlas así nada más a los cuarteles”.
Zavala, argumentó ante los alumnos de derecho:
“Yo quiero que la policía se encargue de la seguridad de la sociedad civil. Mientras vaya profesionalizando las policías, voy a utilizar, todo lo necesario, por supuesto con respeto a los derechos humanos. En la medida de que sean confiables y sean fuertes, en esa medida van a poder regresar victoriosos al Ejército y a la Marina”.
En su discurso, la exprimera dama país señaló que México vive una inseguridad que “ha rebasado el índice de violencia en décadas, porque no ha habido gobierno valiente que enfrente a los delincuentes y que fortalezca las instituciones de seguridad”.
Remató. “Yo prefiero pagar los costos políticos de ser un gobierno valiente que enfrente a los criminales que el pueblo pague el costo político que significa darle amnistía y ser su cómplice”.
En el diálogo con los jóvenes universitarios, Margarita Zavala fue cuestionada por el uso de firmas apócrifas utilizadas para obtener su candidatura y también le preguntaron su postura sobre el matrimonio del mismo sexo.
Esta última pregunta levantó curiosidad entre las decenas de asistentes, pero también recogió aplausos ante la sinceridad de la candidata quien de plano contestó:
-- Tengo que hablarles con la verdad. Soy católica, tengo valores cristianos, estoy orgullosa de ello y para mí, el matrimonio es entre hombre y mujer. Creo que podemos buscar una figura jurídica que respete el derecho de vivir con quien se quiera, pero para mí ese es el matrimonio.
“Tengo que hablarlo con honestidad, porque al final de cuentas es eso lo que yo pienso; pero también soy abogada y respeto las leyes y lo que deben fijarse en una autoridad es que les hablen con la verdad, si coinciden muy bien, y si no, respetarnos los unos a los otros”.
Margarita Zavala presumió ante los jóvenes universitarios que está inmaculada ante la corrupción y advirtió que “será implacable” contra los corruptos.
“Yo pude haber tenido errores o los tengo ahora, pero de corrupción nada eh, nada, y he estado en muchos lugares; y esto que estoy diciendo yo, lo pueden decir sus maestros, sus papás, y lo pueden llegar a decir ustedes, no sólo ahorita, sino toda su vida”, dijo, lo que provocó una ola de aplausos.
Entonces explicó que “para mí la primera obligada en ser honesta es la autoridad. La autoridad es un ciudadano con poder, pero desde el poder, está imponiendo la condición y eso no es tan sencillo. Yo voy a tener una oficina de ética para que prevenga los actos de corrupción y al mismo tiempo ser implacable. La corrupción es la medicina que no hay en la clínica, es la computadora que no hay en las aulas de clases, esa es la corrupción. La que genera desigualdad”.
Al sincerarse, Zavala contó a los estudiantes de derecho la decisión de haber abandonado las filas del Partido Acción Nacional (PAN) fue por “congruencia”, lo cual no fue una determinación “popular” por haber hecho referencia a quien se había adueñado del partido y de quien había anulado los órganos democráticos.
Eso sí, de las firmas “apócrifas”, aseguró que hubo “una intención externa de dañar el proceso”.
Explicó que “cuando me avisaron de las 425 firmas metí una denuncia penal, a lo que claramente había tenido una intención externa de dañar el proceso, todas el mismo día, todas en tres horas o cuatro horas y se habían desaparecido los auxiliares”.
Detalló:
“Revisamos una por una, encontramos que de ese total, dos eran válidas; cinco eran inconsistentes, es decir, se habían tomado mal; y 425 eran las simuladas; no importa que nada más fueran esas, las revisamos y entraron un 21 de diciembre, del 12 del día a las tres de la tarde, sólo en esas horas entraron sobre cuatro auxiliares que no volvieron a mandar ni una firma más.
“Como los auxiliares no los veía, el equipo no revisaba los auxiliares porque no estábamos obligado a ello, incluso el INE nos permitía hace público, el auxiliar manda directo la firma, entonces no había modo de revisarla, hasta que nos dijeron que había que registrarla”.