GUANAJUATO, Gto. (apro).- La orden de aprehensión contra la española Isabel Mazarro, por su presunta complicidad en el secuestro de una extranjera que residía en San Miguel de Allende, seguirá vigente a pesar de la negativa de la Audiencia Española para que sea extraditada a México. Esposa del chileno Raúl Julio Escobar Poblete Comandante Emilio, Mazarro fue localizada en Gijón, España, país al que regresó después de la captura de Escobar por la Procuraduría de Justicia, que acusa a ambos del secuestro de la ciudadana franco-estadunidense Nancy Kendall. A petición de la Procuraduría de Guanajuato, la Procuraduría General de la República (PGR) solicitó su extradición, pero en una segunda audiencia, la autoridad judicial española la negó, cuando la defensa de Mazarro argumentó que ésta desconocía la verdadera identidad de su esposo, a quien conoció como Ramón Alberto Guerra Valencia, y también que ella correría peligro en una prisión mexicana. Este lunes, el procurador, Carlos Zamarripa Aguirre, dijo que no ha recibido notificación oficial de la PGR sobre la resolución de la Audiencia Española. El funcionario reiteró que la PGJE obtuvo elementos suficientes para que un juez librara una orden de aprehensión contra Isabel Mazarro, documento que sirvió para fundamentar la solicitud de extradición. “La orden de captura está vigente y sigue vigente”, aseveró Zamarripa. En tanto, en el juzgado de oralidad penal de Valle de Santiago continuará el proceso de Escobar Poblete por el mismo delito, una vez que ya se cerró el plazo solicitado por la Fiscalía y su defensor para la investigación complementaria. Antes del 8 de mayo, la Fiscalía formulará la acusación contra el chileno que en su país está acusado de terrorismo, para pasar a la audiencia intermedia en la que se desahogarán las pruebas de la Fiscalía y la defensa ante un juez, mismo que determinará cuáles son válidas para tomarlas en cuenta al emitir una sentencia. Escobar Poblete ha sostenido que no tiene que ver con el secuestro del que es acusado, ni en otros como el del empresario Eduardo García Valseca. Además, ha dicho que fue implicado como “chivo expiatorio” por agentes policiacos.