Los recurrentes temores y fobias a AMLO... de los potentados

La última semana de octubre de 2017, Claudio X. González Laporte anticipó, en nombre de otros magnates mexicanos, que intervendría en la elección presidencial de 2018 con planteamientos similares a los que desde un año antes esgrimía el presidente Enrique Peña Nieto. Entrevistado por el editor en jefe de la revista Forbes México, Zacarías Ramírez Tamayo, el fundador del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios –conocido ahora como Consejo Mexicano de Negocios– respondió: Ellos “están dispuestos a actuar (en las elecciones de 2018) porque el riesgo del populismo es grande”. González Laporte se dijo halagado de que el entonces presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, lo comparara con Fidel Velázquez, el extinto líder de la Confederación de Trabajadores de México. Él ayudó mucho al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, dijo el entrevistado, en alusión al sempiterno líder cetemista. El 24 de octubre de 2017 –un día antes de que Forbes publicara la entrevista–González Laporte aprovechó la Cumbre de Negocios 2017 que se realizaba en San Luis Potosí para decir que José Antonio Meade Kuribreña debía ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República. “Pepe Meade nos va a poner la mesa de lo que puede ser el gran futuro que tiene nuestro país. Pepe sabe hablar de lo que es México y de lo que es su aspiración hacia el futuro. Pepe es alguien que ve hacia el futuro”, dijo el presidente honorario de Kimberly Clark México. Con esa inopinada declaración, González se anticipó incluso al “ritual” priista del destape. En la entrevista con Forbes, el empresario aludió a la alianza entre PAN-PRD-MC que, dijo, iba por buen camino: “Vamos a ver; todo indica que por tamaño y peso específico (el candidato de esa alianza) debiera ser alguien del PAN, pero también dentro del PAN hay cierta división”. Sin embargo, el centro del discurso de González en San Luis Potosí y en sus declaraciones a la revista Forbes, fue Andrés Manuel López Obrador, quien por esas fechas ya estaba posicionado como puntero en las encuestas. Ante las reiteradas menciones a López Obrador, Ramírez Tamayo le preguntó al empresario: –Si lo tuviera enfrente, ¿qué le diría? –Lo que veo del Peje –“para mí es El Peje”, puntualizó– es que es un hombre profundamente atado al pasado. Vive lo peor del siglo XX, no es capaz de ver el siglo XXI y todos sus retos. Con esa declaración, que sirvió de título a la entrevista de Forbes México, el entrevistado anticipaba el activismo de los grandes capitalistas mexicanos que se detonó hace varias semanas. En aquella entrevista González habló en nombre de las empresas en las cuales formaba parte de sus consejos de administración: Grupo Carso, de Carlos Slim; Grupo México, de Germán Larrea, y Grupo Alfa, de la familia Garza-Sada. La embestida La cargada empresarial esbozada por Claudio X. González para evitar “el riesgo del populismo” en México se concretó desde principios de año y se intensificó las últimas semanas. Carlos Slim, Germán Larrea y Álvaro Fernández Garza comenzaron con sus críticas y cuestionamientos a López Obrador en las redes sociales. Fernández Garza es el más activo de los tres. El 2 de enero, por ejemplo, tuiteó: “Hay que tener mucho cuidado de votar por lo mejor para el país, usar la cabeza y no el estómago o el corazón”. En esa salutación tuitera de Año Nuevo, el empresario utilizó una expresión similar a la que usó Enrique Peña Nieto la semana pasada. Ese mismo día comparó a López Obrador con Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. Y cuando se refiere a la familia Clouthier, señala que no heredaron el talento de su padre. En el caso de Rebeca Clouthier –hermana de Tatiana, la coordinadora de campaña de López Obrador–, Fernández Garza descalifica su candidatura a la alcaldía de San Pedro Garza García, arropada por el PAN. Hijo de Mauricio Fernández Ruiloba, considerado fundador del PAN, y de Margarita Garza Sada, Álvaro Fernández es hermano de Mauricio, el polémico alcalde de San Pedro Garza García. En su cuenta de Twitter, Álvaro Fernández suele reproducir las críticas que hace el escritor Enrique Krauze sobre López Obrador e incluye las propias: Si López Obrador anuncia que integrará una red de “defensa del voto” para evitar el fraude electoral, el empresario tuitea: “Ya preparas tu excusa”. Cuando el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia dijo que Napoleón Gómez Urrutia era “perseguido” y “estigmatizado”, Fernández Garza se preguntó: “¿no será más bien que ocupas votos de Napo? Hazme el favor, una persona huida ponerlo de senador…” (sic). Si López Obrador habla de frenar las subastas petroleras, el empresario regiomontano responde: “Y sigue López Obrador haciendo y diciendo estupideces. Pf. despertemos mexicanos”. También ha comparado al candidato de Morena con el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Y cuando el candidato celebra un encuentro con empresarios, Fernández Garza ironiza: “¿Y como con qué empresarios te encontraste?”. En lo que va del año, Fernández Garza ha emitido 19 tuits con contenido electoral, 16 de ellos sobre López Obrador. Slim, presidente de Grupo Carso, suele ser más discreto. El 16 de abril, cuando habló en torno al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), dijo: “Me preocupa y me da miedo por lo que siga, porque si ese va a ser el precedente, va a haber malas decisiones de inversión”. Por cierto, Slim posee contratos en el NAIM, cuyo diseño y gestión de proyecto fueron contratados a su yerno, el arquitecto Fernando Romero. De los empresarios que González Laporte dijo representar, sólo Germán Larrea Mota Velasco ha mantenido bajo perfil. Y aun cuando el magnate minero rehúye a los reflectores, pagó por la publicación de un desplegado en el cual aclaró que no prestó un avión a López Obrador; también le reclamó haber incluido a Napoleón Gómez Urrutia como candidato de Morena al Senado. Otras opiniones empresariales De la lista de 52 integrantes del CMN que Proceso pudo acreditar, 14 se han pronunciado contra López Obrador desde antes del actual diferendo con la cúpula empresarial. El vocablo “miedo”, usado también en la propaganda del PRI, es persistente en el círculo de magnates, empezando por el más poderoso de todos: Carlos Slim. Eduardo Tricio, presidente de Grupo Lala y de Aeroméxico, dijo el pasado 18 de abril: “Me da miedo que se paren o se quieran parar proyectos como el NAIM”. Juan González Moreno, presidente de Grupo Maseca, expresó su apoyo a Meade y el pasado 19 de abril declaró a El Sol de México que no quiere ver a México como Venezuela. Y el 22 de marzo, Tomás González Sada, presidente de Cydsa, manifestó su preocupación por la llegada a Los Pinos de un presidente que cancele las reformas. El más visible y activo del CMN es Alejandro Ramírez, de Grupo Cinépolis, quien ha sido persistente en sus cuestionamientos a López Obrador. En el CMN Javier Arroyo, de Corporativo Fragua; Blanca Treviño, de Softtek, y Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, se han mostrado neutros en sus pronunciamientos acerca de López Obrador y el proceso electoral. En una entrevista con El Universal, publicada el 27 de abril, Azcárraga dijo que era necesario cierto grado de continuidad, pero se mostró de acuerdo en revisar contratos del NAIM. Incluso minimizó la polarización del debate; dijo que es el clima esperado en cualquier campaña y, de manera similar a Arroyo y Treviño, omitió expresar su preferencia electoral. Este texto se publicó el 13 de mayo de 2018 en la edición 2167 de la revista Proceso.

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