Negar los progresos de la reforma educativa 'no es razonable”, dice titular de la SEP

martes, 15 de mayo de 2018 · 21:00
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El primer centenario de la celebración del Día del Maestro se convirtió en una defensa y apología a la Reforma Educativa por parte del secretario de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, y el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre. Los planteamientos en favor de la “reforma educativa más profunda de la historia” -a decir del titular de la SEP-, se dieron luego de que el candidato puntero de la coalición Morena-PT-PES, Andrés Manuel López Obrador, prometió ante cientos de maestros de Oaxaca que, de llegar a la silla presidencial, cancelará la citada reforma. También influyó la ola de declaraciones en favor vertidas por los candidatos de Todos por México, José Antonio Meade, y de Por México al frente, Ricardo Anaya. En el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos y ante la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, Granados Roldán -quien desde su toma de posesión en diciembre pasado ha defendido los “logros” de reforma-, endureció su discurso al calificar de “prioridad nacional” el consolidar la ejecución de la iniciativa aprobada en 2013, así como "defenderla del oportunismo, el abuso y la demagogia”. También consideró “urgente” -sin hacer referencia al contexto electoral-, el estimular “una discusión honesta, razonada e informada de los alcances y resultados de la reforma”. Luego de llamar “estimado amigo” al líder del gremio más grande de América Latina, Otto Granados añadió que no era “razonable” negar los progresos de la reforma, ni “honesto” volver a los “viejos hábitos” y calificó de “indecente” el intento de destruirla. El titular de la SEP no mencionó nada sobre las marchas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que protestaron esta tarde en diferentes estados. Por el contrario, citó una supuesta carta que “un gran estadista” -de quien no dijo su nombre- envió a un maestro -a quien tampoco identificó- en la que le pedía enseñarle a su hijo lo siguiente: Que la vocación de los “verdaderos” y “buenos” maestros era enseñar a que “no todos los hombres son justos y veraces”, que “por cada villano hay un héroe” y que “por cada político egoísta hay un líder dedicado”. Según el funcionario, la misiva continuaba: “Que (mi hijo) aprenda a oír a todos, pero que a la hora de la verdad decida por sí mismo. Enséñele a ignorar los gritos de las multitudes que sólo reclaman derechos sin pagar el costo de sus obligaciones. Esa es la vocación de los verdaderos maestros, de los buenos maestros”. SNTE elogia a Peña Nieto En el mismo acto, el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre -quien en marzo pasado manifestó públicamente su respaldo al candidato del PRI-PVEM-Panal, José Antonio Meade-, sostuvo que en estos “tiempos de definición del modelo de desarrollo” era “natural” que “los problemas se sobredimensionen” y que con ello se “olvide incluso mucho de lo que se ha construido”. Siguió: “Es obligatorio que recordemos todos que la patria es primero, mayor a cualquiera de nuestros enfrentamientos. Los logros que hemos alcanzado no deberían ignorarse por el afán de la coyuntura de la disputa por el poder político”. Tras esa afirmación, sostuvo que la reforma educativa garantiza “todos los derechos de certeza y estabilidad laboral” así como de prestaciones sociales y estímulos a los docentes, argumentos que esgrimen los profesores disidentes de la CNTE. Diaz de la Torre aprovechó su participación para ensalzar la “férrea voluntad transformadora” del presidente Peña Nieto y su “esfuerzo financiero” para lograr el aumento salarial de 3.4% pactado para este año. “Entre el gobierno de la república y el SNTE ha prevalecido un espíritu de diálogo y cooperación. Hemos sostenido una relación basada en el respeto y la corresponsabilidad que pone el derecho a la educación por encima de toda coyuntura política y de cualquier interés particular o de grupo”, dijo. El primer mandatario respondió con una mirada, una sonrisa y un “gracias, Juan”.

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