Violencia y conflictos desplazan a 345 mil personas en México; en el mundo son más de 40 millones: IDMC

miércoles, 16 de mayo de 2018 · 13:11
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Más de 40 millones de seres humanos que huyeron de la violencia y de los conflictos se encuentran actualmente en situación de desplazados forzados internos en el planeta; entre ellos, más de 345 mil son mexicanos, estimó hoy el Centro Internacional de Monitoreo del Desplazamiento (IDMC, por sus siglas en inglés). Tan solo el año pasado, los conflictos armados obligaron a cerca de 12 millones de personas a desplazarse, prácticamente lo doble que en 2016. Otros 18 millones de personas se vieron forzados en abandonar sus casas a consecuencia de los fenómenos meteorológicos y naturales, entre ellos los huracanes Irma, Harvey o María –que sacudieron el Atlántico y el Caribe--, los terremotos que sacudieron a México en septiembre pasado, así como los tifones y tormentas tropicales que golpearon a varios países asiáticos y africanos. “Puede que el riesgo de desplazamiento no esté entre las prioridades de las agendas nacionales, pero es una responsabilidad contingente que afecta a la economía y el desarrollo de los países”, insistió la organización, la cual lamentó los “avances lentos” en atender las causas estructurales del fenómeno, que abarcan el acceso a la educación, la salud, el ingreso o el medio ambiente. “Los bajos niveles de desarrollo humano están fuertemente correlacionados con el riesgo de desplazamiento”, añadió. La ola de violencia que afecta a los países del Triángulo Norte de Centroamérica –la tasa de asesinatos supera siete veces el promedio global-- obligó de nuevo a cientos de miles de personas a abandonar sus comunidades: alrededor de 296 mil salvadoreños son desplazados internos forzados, mientras que un número desconocido de guatemaltecos y hondureños se encuentra en la misma situación. El IDMC deploró que el fenómeno esté “totalmente invisibilizado” en Centroamérica, pero estima que por lo menos 242 mil guatemaltecos y 190 mil hondureños tuvieron que desplazarse en su propio país. “Aparte de los asesinatos, las ejecuciones extrajudiciales y los feminicidios, la región está azotada por desapariciones, violaciones, secuestros, amenazas, reclutamiento forzado de niños, intimidaciones y extorsiones. Hay pocas investigaciones oficiales y todavía menos condenas, incluso para los homicidios, creando una impunidad flagrante”, observó. La situación puede volverse todavía más crítica, ya que, desde el pasado mes de enero, la administración estadunidense de Donald Trump eliminó el Estatuto de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que protegía a decenas de miles de salvadoreños y hondureños de la deportación. A nivel global, el 76% de la población desplazada era originaria de Colombia, la República Democrática del Congo, Yemen, Irak, Sudán, Sudán del Sur, Afganistán, Nigeria y Turquía, donde guerras civiles y conflictos armados se extendieron durante años o incluso décadas. En Yemen, por ejemplo, ocho de cada diez habitantes sufren la crisis humanitaria desatada por la guerra civil, a la que apoya una coalición de países encabezada por Arabia Saudita, la cual impide el ingreso de alimentos y medicinas al país desde hace años. “Mientras la atención del mundo se enfoca en los refugiados que huyen en búsqueda de seguridad, protección y oportunidades en el extranjero, muchos de ellos regresan cada año a sus países de origen”, recordó el informe, al precisar que, en 2017, más de dos millones de personas volvieron a países sacudidos por conflictos armados.

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