Bloque II: Entre descalificaciones, deslindes y... propuestas

lunes, 21 de mayo de 2018 · 01:33
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Asumiéndose como ganador ante Ricardo Anaya y José Antonio Meade, a quienes identificó como candidatos de “la mafia del poder”, Andrés Manuel López Obrador afirmó que “el próximo gobierno democrático” renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y propondrá una “Alianza para el Progreso” a Estados Unidos y Canadá, que incluya también a Centroamérica. En el segundo bloque del debate entre los cuatro candidatos presidenciales, que incluye a Jaime Rodríguez “El Bronco”, denominado “Seguridad fronteriza y combate al crimen internacional”, López Obrador formuló el planteamiento de la cooperación para el desarrollo para enfrentar la criminalidad y el maltrato a migrantes, en un segmento en el que se trenzó con Anaya y Meade. “Anaya es un demagogo, un canallita. Anaya y Meade pertenecen a la mafia del poder. Los dos han llevado al país a la situación de pobreza. Les vamos a ganar a los dos”, sentenció López Obrador en medio de las críticas de ambos, de las que se deslindó el priista. “Demagogos él y Ricardo”, respondió Meade a López Obrador y, tras hablar de su honestidad, sobre Anaya añadió: “Lo digo respetuosamente, Andrés, no somos iguales”. Al final del bloque, Meade formuló una pregunta a Anaya sobre las acusaciones de lavado de dinero, quien ya no contestó. Lo que sí hizo Anaya fue enfocar sus baterías contra López Obrador, a quien acusó de plantear “disparates”. Para el segundo bloque del debate ya se habían caldeado los ánimos luego de que Anaya se plantó frente a López Obrador, quien le reviró aludiendo a su deshonestidad y guardó su cartera. Teresa Reynaga, tijuanense de 72 años de edad, dio inicio a la segunda de tres partes del debate al preguntar a los candidatos qué harán para evitar los abusos de los migrantes por parte de autoridades mexicanas y estadunidenses, y “los malos”. Inició López Obrador al reiterar que el mal no se puede combatir con el mal, y reiteró que lo fundamental es combatir la corrupción. “La peor plaga que afecta a nuestro país es la corrupción y la vamos a acabar”. En esto coincidió Anaya: Para que haya seguridad se debe combatir la corrupción, pero también se necesitan policías limpias, promover el deporte, la cultura entre los jóvenes, así como una nueva estrategia. Además, añadió, se debe exigir a Estados Unidos que haga su parte, que frene el alto consumo de drogas, dinero y de armas. “Debemos exigir reciprocidad”, clamó Anaya. Meade admitió que una parte del problema es la impunidad y lanzó la acusación contra la guerrerense Nestora Salgado, quien es candidata de Morena al Senado, pese a que, según él, es una secuestradora. “Esto, Andrés Manuel, queda en tu conciencia”. A pregunta de la moderadora Yuriria Sierra, Meade aceptó que como secretario de Hacienda conoció el problema y admitió que no existen protocolos sobre la entrada a México de armas y dinero a través de la frontera, sobre todo porque son 70 millones de cruces de vehículos al año. Enseguida corrigió y aseguró que, en un año, se crearon esos protocolos y se comprometió a que, en el primer año de gobierno, resolvería el problema. León Krauze, el otro moderador, preguntó a López Obrador una medida concreta para evitar el tráfico de opiáceos, y éste respondió que en México haya producción de alimentos, la generación de empleos y se acabe la corrupción. Krauze le reviró al tabasqueño si la corrupción acaba con la producción de opiáceos, y el candidato le respondió que sí, y que por eso es importante hacer a un lado a la “mafia del poder”. Y afirmó también que los mexicanos que se dedican al cultivo de la amapola lo hacen porque, como él mismo lo ha comprobado, no tienen ni para comer. En su turno, Anaya propuso atacar las causas de la violencia y se fue en contra de López Obrador por sus “disparates”, como su propuesta de construir un tren que conecte el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, con Coatzacoalcos, Veracruz, que ya existe. “Si quieres ser presidente, te tienes que actualizar”, le dijo, burlón. López Obrador respondió que, en efecto, ese tren existe, lo construyó Porfirio Díaz, pero fue concesionado y está en el abandono. El panista reviró que, sin embargo, es un disparate. En su réplica, López Obrador le lanzó: “Anaya es un demagogo, un canallita”. Y fue entonces que acusó a ambos de ser los candidatos de la mafia del poder. “Les vamos a ganar a los dos”, les advirtió. --Primero, Andrés Manuel, serénate, como dices tú –respondió Anaya. Y enseguida reiteró su rechazo a la legalización de todas las drogas, incluyendo la mariguana para enfrentar el problema de violencia: “No va a resolver el problema”. “Demagogos él y Ricardo”, reviró Meade a López Obrador, y sobre Anaya añadió: “Lo digo respetuosamente, Andrés, no somos iguales”. En la segunda pregunta formulada por la ciudadana Teresa Mercado, en el sentido de cómo piensan ayudar a los migrantes para que México tenga autoridad moral, Anaya propuso cooperar con los países de América Central en inversión; Meade planteó incluir a todos los sectores, incluida la iglesia, y López Obrador se dio como ganador y aseguró que a él le tocará negociar el TLCAN. Y en la negociación, detalló, no sólo se incluirá el tema del comercio, los salarios, sino que se va a proponer a Estados Unidos y Canadá una Alianza para el Progreso que incluya a los países centroamericanos. “Es un planteamiento integral que va al fondo. Lo más importante es la vida”, subrayó López Obrador, quien propuso que el Instituto Nacional de Migración (INM) tenga su sede en Tijuana. “Los vecinos del norte quisieran que nosotros les continuáramos haciendo el trabajo sucio y se detuviese a los migrantes centroamericanos que quieren buscarse la vida en el norte, que huyen por la violencia y por la miseria”, subrayó. Tras el debate, Anaya organizó un festejo en Tijuana y este lunes 21 regresa a la Ciudad de México para encabezar, por la tarde, un mitin en la delegación Benito Juárez, enclave del PAN en la Ciudad de México.

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