En 2016, el PAN promovió en Puebla una campaña similar a la que Martha Erika Alonso denuncia como violencia política de género

miércoles, 30 de mayo de 2018 · 12:51
PUEBLA, Pue. (apro).- En los comicios locales de 2016, el Partido Acción Nacional (PAN) promovió en contra de la entonces candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, Blanca Alcalá, una campaña en la que se hacían señalamientos muy similares a los que Martha Erika Alonso Hidalgo, actual candidata panista,  denuncia como violencia política de género. Hace dos años, los espots que lanzó el PAN, cuando Alonso Hidalgo se despeñaba como Secretaria General del Comité Directivo Estatal de ese partido, hacían alusión a que la candidata priista debía su carrera política al exgobernador Mario Marín Torres. “Todos sabemos quién la hizo presidenta municipal de Puebla”, “Y todos podemos ver que ese vínculo permanece”, “No es ella, es él”, eran las frases que se reproducían en el espot televisivo en donde aparecían las imágenes de Alcalá y de Marín Torres para dar por entendido que, de ganar los comicios el PRI quien mandaría en Puebla sería el “exgóber precioso”. En ese entonces, el PRI interpuso una denuncia precisamente por violencia política de género y aunque en una primera instancia la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó una amonestación pública contra el PAN, dos semanas después, la Sala Superior del mismo tribunal revocó ese dictamen. Al argumentar su recurso de impugnación, el PAN poblano rechazó que los mensajes de “No es ella, es él” y “Todos sabemos quién la hizo presidenta municipal de Puebla”, constituyeran violencia política de género contra la candidata priista. “…sino que forman parte de una crítica al desempeño de su función como servidora pública, sin que ello genere un impacto diferenciado que menoscabe su participación por su calidad de mujer, de ahí que se encuentre amparado por la libertad de expresión dentro del debate político”, expuso el PAN en ese entonces dentro del expediente SUP-REP-0119-2016. Igual al emitir su voto sobre este recurso de impugnación, el magistrado presidente, Constancio Carrasco Daza, dijo que el promocional se encontraba inscrito en el contexto de la campaña política, donde “debe privilegiarse un debate abierto y vigoroso, en virtud de que no se refiere a su condición de mujer, sino a su carrera política”. La magistrada María del Carmen Alanís Figueroa emitió un voto diferenciado en el que hizo hincapié en el contexto de violencia hacia las mujeres candidatas que se vivía en el proceso electoral que llevaba a cabo en Puebla ese año. Además acotó: “Cuando se afirma “No es ella, es él” se está negando la propia individualidad y personalidad de la candidata, se le invisibiliza como mujer, como candidata, como alguien que tiene una carrera propia, construida por sí misma, con su esfuerzo y sus méritos. Blanca Alcalá no existe, ella es un varón, conocido no precisamente por haber gobernado satisfactoriamente el Estado de Puebla”. Cabe recordar que la semana pasada se dieron a conocer dos fallos del Instituto Estatal Electoral de Puebla (IEEP) que sancionan por violencia de género al candidato a la gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta, y del PRI, Enrique Doger, por hacer referencia en sus discursos o en su propaganda a la relación marital entre la candidata y el exgobernador Rafael Moreno Valle. El IEEP dictaminó que dichas conductas se traducen en la “victimización de una mujer, provocando la invisibilidad de la candidata a gobernadora… por ser mujer, y se le demerita su personalidad por ser esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle”. La diputada local experredista Socorro Quezada recordó que los comicios de 2016, en los que Alonso Hidalgo operó como Secretaria General del PAN, se caracterizaron por la violencia política que ejerció el morenovallismo en contra de las mujeres que participaron como candidatas a gobernadoras Blanca Alcalá, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna. “Hoy Martha Erika se queja de algo que en 2016 promovió contra la entonces candidata del PRI, Blanca Alcalá”, refirió, “y  había más elementos para acusar de violencia política en ese entonces que ahora”. En el caso de Alcalá, indicó, la diferencia a la situación que se vive en los comicios de este año, es que la priista si contaba con una carrera política propia, pues había ocupado cargos como senadora, diputada local, alcaldesa, dirigente partidista y había sido funcionaria federal y estatal. “La política es su proyecto de vida”, precisó. En cambio, dijo, el principal señalamiento que se hace en contra de la candidata de Por Puebla al Frente de haber obtenido la postulación por su esposo, tiene sustento en que Alonso Hidalgo carece de una carrera política propia. “NI siquiera se le conoce una trayectoria laboral”, acotó. Dijo que los méritos que expone Alonso Hidalgo son haber sido presidenta del DIF y Secretaria General del PAN en el sexenio de Moreno Valle, por lo que es un hecho que su trayectoria está ligada a la de su esposo. Quezada mencionó que igual en el proceso electoral de 2016, el PAN fue promotor de violencia contra otras candidatas. El caso de Roxana Luna, quien en ese entonces fue candidata a gobernadora por el PRD pero que actualmente se alió al morenovallismo, le bloquearon las prerrogativas para su campaña y se hacían señalamientos peyorativos en su contra como que “sólo servía para barrer”. En el caso de Ana Teresa Aranda, quien contendió como candidata independiente a gobernadora, tuvo que presentar alrededor de 16 recursos de impugnación para lograr que se admitiera su registro. Contra la propia Alcalá, quien era la contrincante más fuerte del candidato panista Antonio Gali Fayad, los ataques incluso abarcaron a su familia, sus hijos y se habló incluso de que la amenazaron con sacar a la luz otras cuestiones de su vida íntima. Sin embargo, cuando promovieron una iniciativa para legislar sobre violencia política de género en Puebla, las fracciones del Congreso local allegadas a Moreno Valle, bloquearon su aprobación. Lo que prevalece en la entidad es un protocolo que carece de facultades sancionadoras. El politólogo Juan Luis Hernández Avendaño, catedrático de la Universidad Iberoamericana Puebla, consideró que la resolución del IEEP en torno a declarar violencia de género los señalamientos contra Alonso Hidalgo por su relación con el exgobernador son más bien una “sobrerregulación” que confirma que el órgano electoral está “alineado” al morenovallismo. “No me parece que el hecho de describir que Martha Erika Alonso es esposa de Moreno Valle y que el hacer una valoración política en torno a que si ella gana la gubernatura, hay razones para pensar quien va a gobernar, si ella o su esposo que fue gobernador… a mí me parece que eso no es violencia política de género” Dijo que desde el punto de vista politológico resulta razonable que los ciudadanos se hagan cuestionamientos sobre lo sano que pueda ser que en una entidad como Puebla gobierne una familia por 14 años. El académico agregó que es de llamar la atención que el apellido de Moreno Valle sea considerado ahora  “un oprobio” por la candidata, cuando en el sexenio de su esposo uso todo el tiempo el agregado "de Moreno Valle".              

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