WASHINGTON (apro).- El gobierno de Enrique Peña Nieto entregó a su contraparte en Estados Unidos, Donald Trump, la octava y novena petición de captura con fines de extradición del exgobernador priista César Duarte.
Luego de una semana de presentar una solicitud para obtener información al respecto, la embajada de México en esta capital notificó a Proceso, por escrito, que el pasado jueves 24 se entregó a los departamentos de Estado y de Justicia la octava y novena petición de captura con fines de extradición del exgobernador Chihuahua, prófugo de la ley.
Sin embargo, pese a esas nueve solicitudes turnadas, el gobierno de Trump permanece en la omisión debido a la falta de interés y oficios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, encabezada por Luis Videgaray, para presionar al Departamento de Estado a que acelere el proceso judicial para la aprehensión del exfuncionario mexicano.
“El 24 de mayo pasado se entregaron dos peticiones más a los Departamentos de Justicia y Estado”, dice el mensaje de la embajada mexicana, enviado a través de correo electrónico.
Esta es la primera ocasión que la sede diplomática, a cargo de Gerónimo Gutiérrez, tarda más de una semana en responder a las preguntas de Proceso sobre la entrega de peticiones de extradición de Duarte. También es la primera vez que le exigen al reportero que cualquier solicitud de información la haga “por favor por escrito”.
La embajada mexicana se abstuvo de responder al otro cuestionamiento que se le formuló, respecto de si había recibido alguna otra petición de captura con fines de extradición de Duarte por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).
Se trata de la dependencia que manda a la embajada los pedidos al gobierno de Estados Unidos, y corresponde al despacho jurídico de la sede diplomática de México en Washington preparar en inglés los documentos para ser entregados; una vez hecho esto, Videgaray o Gutiérrez deben cabildear en el Departamento de Estado para que se cumpla la solicitud.
Los días 2 y 4 de este mes, la embajada mexicana informó a Proceso que recibieron de la PGR la octava y novena solicitud de arresto con fines de extradición de Duarte.
Pero por la falta de intervención directa de Videgaray, el exgobernador priista vive tranquilo entre la ciudad de El Paso, Texas, y Las Cruces, Nuevo México, pese a que en su contra pesan 11 delitos que le imputa la administración del gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral.
A Duarte se le acusa de haber causado, por corrupción y enriquecimiento ilícito personal, un fraude de más de 3 mil millones de pesos al estado que gobernó durante seis años.
La séptima petición de arresto con fines de extradición se entregó al gobierno de Trump el pasado 12 de abril, la sexta el 23 febrero, y la cuarta y la quinta el 12 del mismo mes. Las tres primeras las recibió el Departamento de Estado el 31 de enero.
Las nueve solicitudes están apiladas entre miles de peticiones similares, enviadas por los países con los que Estados Unidos tiene acuerdos similares al que mantiene con México.
El Departamento de Justicia no ha pedido a un juez federal que emita la orden de captura para extraditar a Duarte porque el Departamento de Estado no se lo ha exigido, y no lo ha hecho porque Videgaray no ha presionado para que eso ocurra.