Samantha Terán: "tuve que irme de México para sobresalir"

sábado, 11 de agosto de 2018 · 09:59
El autoexilio fue el camino que eligió Samantha Terán para jugar squash. En entrevista, cuenta que la soledad que padeció durante sus primeros años como profesional le ayudó a forjar su carácter y la llevó a figurar en la lista de las mejores del mundo. Ahora, la originaria de la Ciudad de México es la atleta que más medallas de oro ha ganado en la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, cuya reciente edición se celebró en Barranquilla, Colombia. ¿Ya se retira? Aún no lo quiere decir, pero adelanta sus planes para cuando eso ocurra. La mexicana Samantha Terán dio de qué hablar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) de Barranquilla 2018, luego de que se convirtió en la atleta con más medallas de oro en la historia de estas competencias regionales, con 15 preseas. En particular, Terán destaca por sumar un poco más de 300 victorias en el Tour Mundial Profesional de Squash. Esta mujer de 36 años es la primera mexicana que participa en dicho circuito y prácticamente la única latinoamericana en la lista de las 80 mejores jugadoras del mundo. En julio pasado, Samantha, una de las figuras de la delegación mexicana en los juegos centroamericanos que se realizaron en Colombia, tuvo que echar mano de sus 20 años de experiencia en la disciplina para colgarse dos medallas doradas, en las categorías individual femenil y por equipos femeninos, y una de plata, en dobles. Aunque ahora disfruta las mieles de sus logros deportivos, la mejor jugadora mexicana de squash atravesó por un momento complicado, cuando se lesionó a días de comenzar los JCC. Encaró las competencias sin estar a plenitud física. Además, su histórico logro centroamericano fue motivo de confusión y controversia. La entidad que agrupa a los 32 países participantes, la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe), dio a conocer que Samantha Terán llegó a Barranquilla como ganadora de 12 medallas de oro, no con 13. En específico, el organismo indicó que en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006, las mexicanas Karina Herrera e Imelda Salazar conquistaron la presea de oro en la modalidad de dobles. Sin embargo, de acuerdo con despachos noticiosos, la medalla fue lograda por Karina Herrera y Samantha Terán. Según registros históricos de los JCC, las 15 preseas doradas que ostenta Samantha corresponden a cuatro que obtuvo en San Salvador 2002; tres, en Cartagena 2006; tres, en Mayagüez 2010; tres, en Veracruz 2014, y dos en Barranquilla 2018. El medallero también indica que, sin objeciones, México fue el campeón de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde la nadadora Fernanda González consiguió cinco preseas para convertirse en la máxima medallista de la historia de los JCC, con 20 en total a lo largo de todas sus participaciones, de las cuales 12 son de oro. Pese a que Barranquilla le abrió a Samantha el camino para dejar su huella en la historia de estos juegos regionales, ha sido otro el logro que más ha disfrutado: el tercer sitio que consiguió en el Campeonato Mundial de Squash de Mujeres, celebrado en Holanda. Fue un caso sin precedentes porque, a la fecha, ningún latinoamericano se ha acercado, siquiera, a esa posición. “Siempre tengo un sentimiento de agradecimiento a la vida porque, a veces, siento que hace que me vaya por el camino más lejano, pero al final llego a donde pretendo y con gran satisfacción por todo lo vivido”, dice. Terán reconoce que lo más importante de su carrera deportiva ha sido sus participaciones en el Tour Mundial, por la oportunidad de enfrentar a las mejores del mundo. Durante la entrevista, acepta: “Me fui de México porque sabía que la única manera de sobresalir era yéndome del país”. Al principio, fue difícil abrirse camino. Mientras todas las jugadoras de la comunidad conviven y viajan juntas, Samantha era la única hispana y se trasladaba sola a los torneos. Dice que viajar prácticamente así durante varios años le dio fortaleza mental para soportar los viajes y el clima, entre otras adversidades. El nivel, comenta la jugadora, se adquiere con los entrenamientos en busca de la superación. “Cuando me fui de México ni siquiera sabía a qué iba. Al principio fue muy difícil porque todo era desconocido para mí. Completamente me salí de mi zona de confort. Si uno se estanca, nunca experimenta esas vivencias.” Para Samantha Terán, la automotivación es un punto clave para salir adelante: “Nadie te puede impulsar más que tú. Tienes que encontrar la fuerza porque si no, uno puede entrar a un círculo vicioso. La vida me emociona. He viajado, he conocido, he conseguido todo lo que he soñado, muchos triunfos. Todos los días me despierto con la ilusión de la vida como viene. Lo más simple de la vida es lo que más me emociona y apasiona”. Tan duro como el box Terán se inició en esta disciplina a una edad tardía, a los 14, cuando la mayoría de los competidores comienzan a jugar desde los cuatro años. Un año después, a los 15, ganó su primer torneo, el Nacional Juvenil. Su padre, Javier Terán, fue piloto profesional de autos deportivos en los setenta, ahora es restaurantero y se dedica a comprar caballos pura sangre para correrlos en el Hipódromo de las Américas. También jugó squash y fue seleccionado y campeón nacional de bola dura. Se retiró de las pistas en 1982, cuando nació Samantha. Originaria de la Ciudad de México, la campeona de los JCC recuerda que desde hace 10 años la están retirando debido a su prolongada trayectoria deportiva. “Me preguntan muchísimo sobre mi retiro y siempre evado responder. Uno siempre tiene la idea de que cuando ya lograste todo tienes que estar muy consciente de que va a llegar un día en que esto va a terminar; si no, estás fuera de la realidad. “Te vas preparando, y no es porque te vayas a retirar, simplemente comienza una nueva etapa de tu vida. No es lo mismo imaginarlo que comenzarlo a vivir. Lo fuerte del retiro es el día a día, esa sensación de tener una meta que cumplir.” Desde hace 10 años, entrena con la deportista que llegó a ser la mejor jugadora de squash del mundo: la malaya Nicol David (ahora está en el noveno sitio del ranking). “Tuve la oportunidad de vivir y entrenar en Europa. No es lo mismo realizar un campamento de entrenamiento, que formar parte de un equipo con la número uno del mundo... También aprendes mucho sobre el programa y los periodos de entrenamiento, así como la ciencia aplicada al deporte. Allá aprendí que el descanso es igual de importante que la actividad.” El squash se juega en 180 países. Terán no ha estado en todas las naciones donde se practica ese deporte, pero sí en todos los continentes. “El Tour Mundial funciona. Es como un serial de tenis. Comienza en Europa, jugamos uno o dos torneos al mes, pero siempre es el mismo programa. Es decir, en enero me encuentro en Nueva York, jugando dos torneos, y en febrero estoy en Cleveland y Toronto”. Para ella, “el squash es uno de los deportes más intensos en el que parte de la estrategia es desgastar a tu adversario física y mentalmente. Únicamente disponemos de un descanso de 90 segundos entre set y set. Por los lapsos de descanso y la intensidad, el squash se asemeja mucho al boxeo. “Aquí, aún no termina un torneo cuando ya estás pensando en el siguiente. La competencia se juega por puntos y el ranking mundial se publica cada mes, por lo que siempre estás peleando por las posiciones. Ya no importa lo que hiciste una semana atrás.” Su clínica Durante su carrera, Samantha ha sufrido tres lesiones de consideración. La primera ocurrió en 2002, cuando se rompió parcialmente el ligamento cruzado de una de sus rodillas. En 2003 nuevamente se lastimó y fue operada del ligamento cruzado. Tenía 20 años y permaneció un año sin jugar squash. “Toda la gente decía que mi carrera se había terminado”. Sin embargo, tras su reaparición ganó el título panamericano de 2004. Además, dio el gran salto hacia la lista de las mejores del mundo, después ascendió del lugar 40 a la posición 11, consiguió el tercer sitio del Campeonato Mundial de Squash de Mujeres y se mantuvo, de 2008 a 2013, entre las 20 mejores del planeta. En la actualidad, Samantha está en el sitio 55 del ranking, el casillero más bajo en el que ha estado. A nivel nacional, suma 20 años consecutivos como campeona nacional. “Hace dos años mis resultados no fueron los mejores, pero estaba consciente de que tenía que seguir activa, entrenando y estar tranquila. Es el momento en que debes ser muy inteligente. Si bien tengo el nivel, lo único que me podía dejar fuera de actividad son las lesiones.” Y así ocurrió: a tres semanas de su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Samantha se lesionó un tobillo. “No fue una lesión fuerte, pero sí desgastante emocionalmente porque tenía que recuperarme y ya no pude entrenar”. Samantha admite que físicamente llegó disminuida a Barranquilla, pero al final “estaba preparada mentalmente: todas esas cosas tienen que pasar. No sé cómo, pero te tienes que recuperar. Siempre hay una y mil circunstancias que uno debe de sobrellevar para sobresalir. “Desde hace años he padecido varias lesiones que han bajado mi nivel, si me hubiera retirado del Tour Mundial, quizás hubiera llegado en otras condiciones a los Centroamericanos. Por lo tanto, encontrar un balance en mi vida a estas alturas lo considero uno de mis mayores logros.” Al hablar de su batalla con las lesiones, Samantha Terán adelanta que uno de sus proyectos es traer a México una clínica de rehabilitación para atletas de alto rendimiento, pero que también ayude a todo aquel que realice actividad física. “Se trata de Fysiomed, la mejor clínica de rehabilitación de Europa. Ahí acuden todos los futbolistas. Todo ese concepto, junto con los especialistas, es lo que estoy trayendo al país”. De acuerdo con la campeona panamericana, “no importa si eres Ronaldo, Messi, Hirving Lozano o Juan Pérez. Te van a tratar igual. En lo personal, me atendí en esa clínica. Allá no es como aquí, que debes pagar una millonada para que te atiendan o llegar por recomendaciones”. Esta entrevista se publicó el 5 de agosto de 2018 en la edición 2179 de la revista Proceso.

Comentarios