Jorge Alcocer busca 'humanizar” ese monstruo llamado sector salud

sábado, 22 de septiembre de 2018 · 20:06
Desterrar la corrupción, el burocratismo y el despilfarro de recursos en la Secretaría de Salud serán las primeras medidas que, según Jorge Alcocer Varela, tomará como próximo titular de esa dependencia. Para ello, dice, aprovechará los multimillonarios recursos ahorrados, así como un incremento presupuestal en el ramo para resolver los graves problemas de salud de los mexicanos, que están ligados generalmente a la pobreza. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Basado en la “austeridad republicana”, Jorge Alcocer Varela, quien ocupará la Secretaría de Salud en la administración de Andrés Manuel López Obrador, intentará dar cobertura médica a toda la población, así como construir nuevos y modernos hospitales, reestructurar el Seguro Popular, revivir la desfalleciente industria farmacéutica mexicana, impulsar la medicina preventiva, incorporar al DIF al sector salud y mejorar los servicios para las mujeres que quieran interrumpir sus embarazos. También, dice en entrevista con Proceso, se podrá mejorar el combate a las principales enfermedades que aquejan a la población, como la diabetes, la obesidad, el cáncer y las enfermedades mentales y cardiovasculares. Alcocer recibe al reportero en una oficina provisional que le prestó la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, en la colonia Del Valle, y comenta: “Nuestra Constitución estipula claramente el derecho a la salud. Pero el problema es que no se ha podido cumplir de forma completa con ese derecho; una cuarta parte de los mexicanos no tiene medicamentos ni insumos ni hospitales dónde atenderse. Al sector salud le corresponde resolver ese problema.” –¿Qué objetivo se trazó usted para resolverlo?  –Vamos a otorgar medicamentos gratuitos y atención médica a toda la población. Ese es nuestro compromiso central, pues todavía hay varias zonas del país asoladas por la pobreza y la pobreza extrema que requieren mucha atención de nuestra parte.  –¿Qué estados tienen mayores rezagos?  –Esto es cambiante. Pero Guerrero siempre ha sido de las entidades con mayores rezagos. Está a la cabeza. Por ejemplo, ahí las enfermedades infecciosas transmisibles siguen afectando mucho a la población. También podría mencionar a Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, el Estado de México y Tabasco. A desterrar la corrupción Con estadísticas y documentos sobre su escritorio, Alcocer detalla su proyecto administrativo, que comenzará por desterrar la extendida corrupción en la Secretaría de Salud: “Estoy considerando desterrar la corrupción y el exceso de los gastos en la Secretaría de Salud. Ha habido fraudes y fugas de dinero. Todo está claramente identificado gracias, en parte, a la Secretaría de la Función Pública.  “Le pongo un ejemplo: tan sólo en 2016, más de 16 mil millones de pesos tuvieron irregularidades en la Secretaría de Salud, y ahí tuvieron que ver varias de sus instancias, ya que casi 6 mil millones fueron en el otorgamiento de gasto a los estados, y 5 mil millones al Seguro Popular. En las áreas de compras y contrataciones también se dan muchas fugas.” Indica que seguirá las recomendaciones de algunos organismos internacionales que piden quitar la pesada carga burocrática en el sistema de salud mexicano. El informe Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud: México, 2016 menciona que 10% del presupuesto a la salud se destina al “gasto administrativo”, el más alto de los países miembros de esa organización. También señala que, presupuestalmente, “el gasto público total en salud en México es bajo. México gasta menos de su Producto Interno Bruto en financiar públicamente la atención de salud (3.2% del PIB) que cualquier otro país de la OCDE”. De ahí que, concluye, “los recursos escasos de México no se están usando efectivamente”, pues van a parar a la burocracia y a la corrupción. De ahí que Alcocer proyecte combatir la corrupción, adelgazar las estructuras y tratar de conseguir que el presupuesto para la salud alcance 6% del PIB, cifra que incluso es inferior al 8% recomendado por la OCDE. Comenta: “Es necesario aumentar el presupuesto para la salud. En eso no hay ninguna discusión. Los aumentos presupuestales han sido insuficientes. Por ejemplo, en 2013 se destinaron 187 mil 498 millones de pesos. En este 2018 ya fueron 217 mil 606 millones. Eso no basta. Ya veremos cómo viene el presupuesto para el año próximo. Hace falta que estos recursos pasen del actual 3.2 % a 6% del PIB”. Con apoyo del Legislativo, indica, tratará de que los porcentajes vayan aumentando anualmente a lo largo del sexenio de López Obrador. “Calculamos que, en el primer año, necesitaremos un incremento de 13% en el presupuesto destinado a la salud, y ya después un incremento anual de 8%”. Y en el plano de la atención médica, su meta es lograr que ésta sea “oportuna, segura, efectiva y eficiente”, dice, pues se necesita atender oportunamente a los pacientes de los lugares más apartados con servicios y medicamentos efectivos que realmente los curen de sus enfermedades. Para ello emprenderá –agrega– el “rescate” de los hospitales que actualmente están abandonados o inconclusos, y además la construcción de una moderna y eficiente infraestructura hospitalaria en todo el país. El controvertido Seguro Popular Médico cirujano egresado de la UNAM, Jorge Alcocer se especializó en medicina interna, reumatología e inmunología clínica en el Instituto Nacional de la Nutrición. También hizo un posgrado en inmunología en la Universidad de Londres y obtuvo un doctorado en ciencias médicas en la UNAM.  Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Reumatología y es miembro de otras instituciones científicas. Ha sido profesor en la UNAM y en otras universidades, también ha colaborado como autor en libros y publicaciones científicas. Obtuvo varios premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015. Últimamente se desempeñaba como investigador en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán. –¿Y qué proyectos tiene para el controvertido Seguro Popular?  –Ya hablé sobre su uso irregular y la pérdida de sus recursos. La Secretaría de Salud seguirá dándoselos, pero ahora de forma ordenada. El Seguro Popular no desaparecerá, pero sí se va a reestructurar totalmente. En primer lugar, porque su desarrollo ha sido muy heterogéneo; en unos estados funciona y en otros no. “En segundo lugar, no ha incluido la calidad que se requiere en la salud, ni tampoco ha sido equitativo. Y aparte, en lugar de proveer de servicios al paciente, se los limita, ya que, si usted tiene una parotiditis, pues no se le atiende porque esa enfermedad, como algunas otras, no están incluidas en el paquete del Seguro Popular. Esto no es ético. Tiene que cambiar.  “Mire, el Seguro Popular se lleva el 62% del presupuesto destinado a los programas de salud. De manera que cuenta con suficientes recursos, esa es su fortaleza, pero esos recursos deben destinarse a lo médico, a lo curativo. El Seguro Popular fue un buen intento, pero ya no cumple con los objetivos que se trazó, fue asaltado en el camino por la burocracia. “Aparte, vamos a fortalecer la medicina preventiva, pues la mayor parte de la gente se preocupa por su salud hasta que ya la perdió. Debemos enseñarle a desterrar los malos hábitos, como el sedentarismo, el consumo de alimentos no saludables, el tabaquismo, el exceso de alcohol y de drogas.  “También fortaleceremos la atención primaria, que debe centrarse en el individuo, en el ser humano que viene a pedirnos nuestro consejo y nuestra ayuda. El médico, por su parte, debe recuperar ese humanismo ya perdido debido en parte a las nuevas tecnologías. Algunos médicos ya no ven al individuo como paciente, sino como cliente.”  Alcocer adelanta que mejorará la compra consolidada de medicamentos, en México y el extranjero, entre ellos los biotecnológicos. En este rubro planea impulsar a la industria farmacéutica mexicana. “Hace dos décadas, nuestra industria farmacéutica aún tenía una importante participación en la producción nacional. Pero hoy está hundida. La vamos a impulsar porque, entre otras cosas, la necesitaremos para producir vacunas”, dice. –Usted ha señalado que, además, planea integrar al DIF la Secretaría de Salud, ¿cuáles son las razones? –El DIF tiene una estructura muy notable encaminada a la rehabilitación y al bienestar familiar. Lo mismo acciones médicas que planeamos integrar a nuestra Subsecretaría de Desarrollo. Todavía no puedo anunciar cuáles serán. Estamos analizándolo.  –Llama también la atención su proyecto de apoyar a las mujeres que abortan, un tema muy polémico.  –Sí. A la Secretaría de Salud le corresponde asegurarles todas las facilidades médicas y hospitalarias para interrumpir sus embarazos. No queremos que acudan a lugares clandestinos y en malas condiciones sanitarias, exponiendo sus vidas. Nosotros les ofreceremos un lugar seguro, sin riesgos y de primera calidad. Claro, también respetamos a quienes se oponen a estas prácticas por principios religiosos… Pero ahí estarán nuestras instalaciones… si las usan o no las usan, ya es otra cosa. Primordial, el combate a la diabetes Y ya en el terreno de las enfermedades que aquejan a la población, el próximo secretario de Salud ve un panorama muy complejo, pues menciona que “a las enfermedades ligadas a la pobreza se suman ahora las llamadas enfermedades de la modernidad, que tienen que ver con el consumo de alimentos chatarra, la urbanización y el deterioro ambiental”. Aminorar el grave problema de la diabetes, que ya la padece 15.9% de los adultos, será uno de los principales retos de su administración. Lo mismo el problema de las enfermedades mentales, sobre las que comenta preocupado: “Entre 30 y 40% de nuestra población ya está batallando con su salud mental. No me refiero a las enfermedades siquiátricas, cuyo porcentaje es muy bajo, sino a las enfermedades mentales producto de la ansiedad, la depresión y los tiempos violentos que vive México.” Sobre el cáncer, dice: “Debemos reconocer que el problema del cáncer nos ha rebasado, siendo que puede curarse uno de cada tres pacientes con cáncer, siempre y cuando tenga un diagnóstico y un tratamiento temprano”. Señala que las enfermedades cardiovasculares, así como el reemplazo de articulaciones grandes –de cadera y rodilla principalmente–, son otros de los grandes retos para el sector salud. Lo mismo, dice, “las enfermedades que están emergiendo por el cambio climático, las cuales nos llevan a estar muy atentos en lo epidemiológico. Cuidar el medio ambiente es muy importante para la salud. Por ejemplo, el agua potable, que fue uno de los grandes hitos del progreso, ahora está a punto de perderse y hasta se prevén guerras por el agua”. Alcocer se encoje de hombros y menciona otro de los graves problemas al que todavía no le ve la salida; el embarazo de niñas y adolescentes. Según las cifras oficiales, en 2016 hubo 399 mil 140 embarazos en ese sector de la población. Dice Alcocer: “Es un problema preocupante. Hay que evaluarlo para ver en qué estamos fallando. Ya tenemos una serie de guías de la Organización Mundial de la Salud para hacerle frente. Vamos a revisarlo.” Y concluye: “Nos proponemos dar buena atención desde la salud materna infantil hasta la vejez, pues al adulto mayor se le duplicarán los apoyos. Atenderemos a los dos extremos de la vida humana… Entre uno y otro sigue habiendo muchas precariedades.” Esta entrevista se publicó el 23 de septiembre de 2018 en la edición 2186 de la revista Proceso.

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