Ciudad de México (apro).- La confesión del expresidente Ernesto Zedillo fue buena, dijo hoy el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en relación a las declaraciones sobre el manejo prohibicionista de las drogas. “Que bien que reconoce eso, es muy buena su observación, porque estamos enfrentando una grave crisis de inseguridad y violencia, y no se debe actuar de manera precipitada, no pueden enfrentarse los problemas con ocurrencias, ya no se debe de repetir lo mismo de sexenios pasados, donde para ganar legitimidad se le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero y se nos metió la inseguridad y la violencia”, dijo. En Tlaxcala, donde pasó el día como parte de su “gira de agradecimiento”, el próximo mandatario fue insistente, como lo hizo el fin de semana, en descalificar la política de seguridad asumida durante el sexenio de Felipe Calderón, aunque sin mencionarlo por su nombre, afirmando que la declaración de “guerra al narco” produjo dolor y muerte cuando ni siquiera había un diagnóstico. “Tenemos que actuar con mucha responsabilidad. Que bien que el presidente Zedillo admitió que él se equivocó y no supo entrarle a la inseguridad y violencia, sobretodo al narcotráfico”, añadió. En entrevista, López Obrador recordó que su propuesta es que se atiendan las “causas profundas”, que relaciona con la falta de trabajo y de apoyo a los jóvenes. Agregó que en octubre, tendrá un plan integral, una vez que terminen los foros de consulta y que atenderá el fenómeno de violencia para conseguir la paz en el país.