Anemia, padecimiento nutricional más frecuente: especialistas; urgen modificar legislación

martes, 19 de noviembre de 2019 · 17:30
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las organizaciones Fundación Changing Markets, Salud Crítica, Contrapeso, y especialistas de BioAnalyt y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) urgieron al gobierno federal a endurecer la regulación sobre la fortificación de harinas de maíz y trigo en México, pues en la actualidad sólo 4 de 61 productos cumplen con los nutrimentos indicados en la ley vigente. En conferencia de prensa, los representantes de estas organizaciones denunciaron que la industria está incumpliendo con las disposiciones de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 247, que las obliga a fortificar las harinas de trigo y de maíz con hierro, zinc, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B, lo que se traduce en consecuencias graves para la salud de los mexicanos. La Fundación Changing Markets subrayó que de las 343 muestras de 61 productos diferentes de harinas de trigo y maíz, analizadas en su estudio “¡Al grano!”, sólo 7% de ellas contaban con los micronutrientes esenciales requeridos. Además, en su informe “Dándole la vuelta a la tortilla”, la organización reveló que de las más de 500 muestras analizadas de 69 productos de tortillas y 43 de panes, sólo 1% y 14%, respectivamente, estaban elaborados con harinas de maíz y de trigo que cumplen con los niveles de hierro y zinc que exige la norma. Salvador Villalpando, investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), indicó que la anemia es el padecimiento nutricional más frecuente en el país, al punto de que es ya un problema de salud pública, pues 52% de los mexicanos llevan una dieta deficiente en este nutrimento. Por su parte, Ana Larrañaga, directora general de Salud Crítica y coordinadora de la organización Contrapeso, alertó que en México uno de cada 4 niños sufre de anemia; 9 de cada 10 mujeres no consume hierro suficiente en su dieta diaria, y uno de cada 4 hombres adultos no ingieren la cantidad suficiente de zinc. Por ello, los especialistas coincidieron en que se necesita modificar la legislación que tiene 10 años de antigüedad, para hacerla clara y eficiente, así como un fuerte liderazgo del gobierno para hacerla cumplir y un monitoreo constante a las prácticas de la industria. Corey Luthringer, jefa del área de iniciativas y alianzas estratégicas de la empresa BioAnalyt, aseguró que el monitoreo es un componente crítico para garantizar que los alimentos están siendo fortificados y explicó en la actualidad existen herramientas rápidas que pueden realizarlo en cualquier lugar y en unos cuantos minutos, lo que generaría un impacto positivo en la nutrición de las personas. Ante esta situación, los especialistas y organizaciones hicieron un llamado al gobierno federal a fortalecer y ampliar la normatividad relacionada con la fortificación de harinas para cubrir productos de tortilla y pan, implementar inmediatamente su propio programa de monitoreo y comprometerse a garantizar su cumplimiento, con inspecciones constantes y la imposición de sanciones a cualquier empresa harinera o compañía de alimentos industrializados que no cumpla con la ley. Además, anunciaron que obsequiarían dispositivos portátiles a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), encargado del monitoreo, a fin de continuar con el diagnóstico y las pruebas sobre el contenido de micronutrientes, como el hierro, en los alimentos. En entrevista, Ana Larrañaga explicó que en la actualidad no existen marcos específicos para el monitoreo de la fortificación de las harinas de trigo y de maíz, pues la NOM-247 no establece con claridad cuál es la agencia que debe encargarse de esta labor, su periodicidad, ni los métodos que habrán de utilizarse para ello. Y agregó que las empresas aprovechan esta falta de claridad en la normatividad para no cumplir con la ley, pues tampoco se especifican las sanciones a las que se harán acreedoras en caso de incumplirla. La especialista indicó que a todos estos aspectos se suma la cuestión del presupuesto, pues al no existir claridad en qué organismo debe dar seguimiento al monitoreo, no se asigna una partida especial para ello. Además, indicó que la Cofepris debe puntualizar el tipo de hierro y la cantidad que debe integrarse a las harinas, y transparentar la información para que cualquier persona pueda acceder a ella y elegir los productos que consume.

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