CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El director del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), Cuauhtémoc Sánchez Osio, hizo frente a las acusaciones por los presuntos delitos de tratos crueles, inhumanos y degradantes, que le imputa Rosa Magdalena Aguilar Ramos, quien se desempeñó durante seis meses como subdirectora de Comunicación y Difusión. En declaraciones a distintos medios de comunicación, el funcionario sostuvo que la denunciante miente, y aseguró que llevaba una buena relación con ella, al punto de invitarla a reuniones familiares. “Rosa está mintiendo para tratar de hacerse pasar como víctima. Presentó pruebas de documentos tachoneados, pero yo así escribo; se hizo una corrección a su trabajo (…) yo no maltrato al personal”, aseguró. Y añadió que la joven esperó dos meses para denunciarlo a fin de que coincidiera con la fecha del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemoró el 25 de noviembre. Rosa Magdalena Aguilar Ramos ofreció este miércoles una conferencia de prensa afuera de las oficinas de la Conafe, donde recibió el respaldo de un grupo de extrabajadores de esa institución. Ante la prensa, la subdirectora de Comunicación hasta el pasado 15 de octubre se mantuvo en lo dicho: “No tengo ninguna necesidad de mentir ni exponer mi imagen con una historia falsa; (Cuauhtémoc) usted, más que nadie, sabe que todo es verdad. Mis testigos y todo Conafe saben que digo la verdad”, dijo. Además, anunció que acudirá este jueves a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA) para denunciar a Sánchez Osio por los presuntos delitos de “de tratos crueles, inhumanos o degradantes”. Apoyada por seis exempleados del Consejo, Aguilar Ramos dijo que la violencia no tiene justificación ni género. “No importa si somos hombres o mujeres, somos seres humanos”, sostuvo. El pasado 25 de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Aguilar Ramos denunció las agresiones verbales y físicas que vivió durante los seis meses que permaneció en el cargo antes de verse obligada a renunciar. “Estando en mi oficina, me aventó un plumón, y cuando se dirigió a recogerlo, pasó por detrás de mí silla, la golpeó con el puño cerrado a la altura de la espalda, lo que interpreté como un intento de agredirme físicamente”, narró. En otro incidente, las agresiones fueron verbales: “¿Estas pendejadas qué son?”, ¿quién pidió esas chingaderas?, ¿qué no pueden hacer nada bien?, ¡son puras pendejadas!, ¡estas pendejadas no las puedo presentar!”. Derivado de los señalamientos, la Secretaría de Educación Pública informó mediante un comunicado que “actuarían en consecuencia en tanto los órganos competentes resuelvan la denuncia por violencia, acoso y hostigamiento”. (Manuel Alejandro Godínez)