CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tras la designación de Rosario Piedra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el actual ombudsman, Luis Raúl González Pérez, se abstuvo de cuestionar la idoneidad de su nombramiento así como si su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, ponen en duda su autonomía. Entrevistado luego de participar en el foro “Luchando contra la impunidad en México”, González Pérez señaló que la condición en que llega la hija de Rosario Ibarra de Piedra a la CNDH “ya fue evaluada por el Senado, y desde luego los hechos acreditarán los resultados de cualquier ombudsperson”. A una semana de dejar el cargo, el presidente llamó a “no prejuzgar” a Piedra, reconoció que todos los ombudsperson que han pasado por la CNDH, han sido sujetos “al escrutinio público al que estamos expuestos quienes hemos tenido esta responsabilidad” e invito a revisar los informes anuales. González Pérez deseó a Piedra “que le vaya bien, porque es irle bien a las víctimas y a los derechos humanos”, e hizo votos porque la hija de la luchadora social “se desempeñe con una actitud propositiva, con ganas de trabajar, con ganas de arribar a la solución de múltiples problemas”. Al ofrecer su apoyo a la nueva presidenta de la CNDH, González Pérez anunció que próximamente presentará una memoria de su gestión, y de manera autocrítica, consideró que le faltó “ser más oportuno en las recomendaciones”. González Pérez destacó que entre los casos abiertos por la CNDH que están pendientes de resolver están el operativo fallido en Culiacán, del pasado 17 de octubre, la muerte de 14 civiles y un militar como resultado de un enfrentamiento en las inmediaciones de la ciudad de Iguala y “la barbarie” contra la familia LeBarón en la frontera de Sonora y Chihuahua, en tanto que está por resolverse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación la acción de inconstitucionalidad interpuesta por la CNDH  sobre la Ley Bonilla.