En la guarida zapatista, cónclave internacional contra la violencia hacia las mujeres
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis. (apro).- Más de 3 mil 200 mujeres de 49 países diferentes fueron recibidas este viernes por insurgentes y milicianas rebeldes encapuchadas para celebrar el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el Caracol de Morelia, cerca del municipio de Altamirano.
Luego de autodefinirse como “anticapitalistas y “antipatriarcales”, las mujeres encapuchadas dijeron que a un año de haber celebrado aquel primer encuentro internacional “en todo el mundo siguen asesinando mujeres, las siguen desapareciendo, las siguen violentando, las siguen despreciando.
“En este año no se ha parado el número de violentadas, desaparecidas y asesinadas. Lo que sabemos es que ha aumentado. Y nosotras, como zapatistas, lo miramos que es muy grave”.
Fue la comandanta Amada, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del EZLN (CCRI-CG), la responsable de dar la bienvenida a las mujeres que se dieron cita para debatir y proponer acciones de rebeldía y construcción de nuevos espacios para lograr igualdad y equidad, luchar contra el patriarcado y la violencia.
Hasta el jueves anterior habían sido registradas 3 mil 259 mujeres, que llegaron con unos 95 menores, quienes serán cuidados por las parejas de éstas, alrededor de 26 hombres, que estarán en un sitio apartado al cónclave femenino.
Llegaron mujeres de Alemania, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Bangladesh, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Cataluña, Chile, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Guatemala, Honduras, India, Inglaterra, Irlanda, Italia, Japón, Kurdistán, Macedonia, Noruega, Nueva Zelanda, País Vasco, República Dominicana, Rusia, Siberia, Sri Lanka, Suecia, Suiza, Turquía, Uruguay, Venezuela y México.
La comandanta Amada destacó que no fue fácil para muchas mujeres llegar a este es rincón zapatista enclavado en su territorio de influencia, en Morelia, sede de unos de sus caracoles zapatistas y muy cerca del municipio de Altamirano.
En este espacio, que termina hasta el domingo 29, las mujeres podrán encontrarse con otras e intercambiar puntos de vista sobre sus luchas, pese a los diversos modos y geografías.
“Por eso no se trata de competir para ver cuál es la mejor lucha, sino de compartir y de compartirnos. Por eso te pedimos que siempre tengas respeto a los diferentes pensamientos y modos. Todas las que estamos aquí, y muchas más que no están presentes, somos mujeres que luchan. Tenemos diferentes modos, es cierto”, dijo Amada.
“Pero ya ves que nuestro pensamiento como zapatistas que somos es que no sirve que todas somos iguales de pensamiento y modo. Pensamos que la diferencia no es debilidad. Pensamos que la diferencia es fuerza poderosa si hay respeto y hay acuerdo de luchar juntas, pero no revueltas. Entonces te pedimos que compartas tu dolor, tu rabia y tu lucha con dignidad. Y que respetes otros dolores, otras rabias, y otras luchas dignas”, señaló la comandanta zapatista encapuchada.
Pidió a todas las mujeres presentes sentirse contentas y seguras de que ahí nada malo podrá pasarles, pues dijo que hay muy pocos lugares en el mundo en donde pueden estar a salvo.
“Por eso estamos aquí, porque nos trae nuestro dolor y nuestra rabia por la violencia que sufrimos las mujeres por el delito de que somos mujeres”, soltó.
“Como podrás ver en estos días, no se permite en este lugar la presencia de hombres. No importa si son hombres buenos, o si son hombres regulares, o si son hombres ni modos, no pueden estar aquí en estos días. Este lugar y estos días son sólo para mujeres que luchan. O sea que no cualquier mujer. Las compañeras insurgentas y milicianas son las encargadas de cuidarnos y de protegernos en estos días y en este lugar.
“También hemos hecho el esfuerzo para que tengas dónde descansar, dónde comer y dónde asearte. Tanto para el descanso, la comida y el aseo, te pedimos que seas hermana y compañera sobre todo con las mujeres que ya son de juicio, o sea de edad”, pidió Amada.
Solicitó el respeto tanto para las mayores como para las jóvenes, que dejen atrás todas las diferencias, que no los dividan geografías ni calendarios, porque ahora una es la lucha, “la lucha por nuestros derechos como mujeres que somos. Por ejemplo, nuestro derecho a la vida”.
“Y aquí es donde estamos tristes y con pena porque, a más de un año del primer encuentro, no podemos dar buenas cuentas. En todo el mundo siguen asesinando mujeres, las siguen desapareciendo, las siguen violentando, las siguen despreciando. En este año no se ha parado el número de violentadas, desaparecidas y asesinadas. Lo que sabemos es que ha aumentado. Y nosotras como zapatistas lo miramos que es muy grave. Por eso convocamos a este segundo encuentro con un solo tema: la violencia contra las mujeres”, indicó.
Destacó que en el país y en el mundo cada vez más siguen asesinado mujeres, y que cada vez más todos los crímenes quedan en la impunidad, que no se castigan a los machos feminicidas.
“Nos siguen asesinando y todavía nos piden, nos exigen, nos ordenan que estemos bien portadas. Y no se puede creer, pero si un grupo de trabajadoras y trabajadores tapan una carretera, o hacen una huelga, o protestan, hay un gran escándalo. Dicen que se violan los derechos de las mercancías, de los carros, de las cosas. Y en los medios de comunicación hay fotos, videos, reportajes, análisis y comentarios en contra de esas protestas. Pero si violan a una mujer, apenas se pone un número más o un número menos en sus estadísticas”, dijo la comandanta Amada.
Y agregó: “Y si las mujeres protestan y rayan sus piedras de arriba, rompen sus vidrios de arriba, le gritan sus verdades a los de arriba, entonces sí gran bulla. Pero si nos desaparecen, si nos asesinan, entonces nomás ponen otro número: una víctima más, una mujer menos. Como si el poderoso quisiera dejar bien claro que lo que importa es su ganancia, no la vida”.
“Valen los autos, las piedras, los vidrios, las mercancías. La vida no vale. Y si es la vida de una mujer, pues vale todavía menos. Por eso es que nosotras como zapatistas que somos, o sea que somos anticapitalistas y antipatriarcales, pues lo pensamos de por qué hace así el sistema. Y entonces pues parece que nuestras muertes violentas, nuestras desapariciones, nuestros dolores, son una ganancia para el sistema capitalista. Porque el sistema sólo permite lo que le da beneficio, lo que le da ganancia”, mencionó la líder rebelde.
“Por eso decimos que el sistema capitalista es patriarcal. Vale y manda el patriarcado, aunque sea mujer la capataza. Es nuestro pensamiento entonces que, para luchar por nuestros derechos, por ejemplo el derecho a la vida, no basta con que luchamos contra el machismo, el patriarcado o como le quieran llamar. Tenemos que luchar también contra el sistema capitalista”, precisó ante las miles de mujeres.
Aquí el posicionamiento completo.